Keisuke Honda, el samurái multiusos del fútbol

En el cénit de su carrera, Honda aterrizó en Italia para jugar en un Milán que vivía una etapa convulsa. Antes, en el VVV-Venlo holandés y en el CSKA Moscú, ya había reivindicado el talento del fútbol japonés en el viejo continente. También lo hizo con la camiseta milanista, firmando 11 goles y 16 asistencias en 92 partidos . Pese a que parecía tener fútbol de sobra para continuar en una gran liga, en 2017 decidió probar suerte en el Pachuca mexicano. Antes de cambiar de aires, compró el SV Horn, un modesto club que militaba en la Tercera división de Austria.

Sorprendió aún más cuando, un año después, fue designado seleccionador de Camboya , país al que le unía un vínculo especial desde que creó en 2016 una academia de fútbol en su capital. Honda aceptó el ofrecimiento tras disputar el Mundial de Rusia, su último gran torneo con Japón, y sin más remuneración que la derivada de los desplazamientos. Se convertía así en el primer jugador-seleccionador de la historia del fútbol. «Me gustaría ayudar al equipo a tener un estilo claro de juego y promover el país hacia el mundo exterior», dijo durante su presentación.

En esa experiencia camboyana, que aún continúa, le acompaña Félix González , un argentino que se convirtió en su fiel escudero cuando fichó por el Pachuca. Tras dejar México, militando ya en el Melbourne Victory de Australia, Honda recibió la oferta de Camboya. Desde entonces, dirige el combinado asiático junto a González, quien muchas veces tiene que hacerse cargo de la selección debido a los compromisos del jugador.

Al acabar aquel periplo australiano, Honda buscó un nuevo equipo por Twitter. « ¿Por qué nadie me hace una oferta? Estoy seguro de que sigo siendo uno de los mejores jugadores de Asia», escribió en la red social en octubre de 2019. No tardaron en llamarle del Vitesse holandés y días después probaba con ellos. Tan solo jugó cuatro partidos, y en enero, como hizo su compatriota Miura en sus inicios, se marchó a Brasil. En 27 partidos con el Botafogo vio puerta en tres ocasiones.

Pero el Botafogo consumó su descenso a final de temporada y Honda, que en Brasil se convirtió en el primer jugador en marcar en cinco continentes , vivió uno de los tragos más amargos de su carrera al tener que decir adiós. Su historia empezó allí con 13.000 personas yendo a su presentación y terminó con una carta de disculpa por el rendimiento ofrecido: «Yo también me decepcioné y lo siento mucho». Fue a finales de 2020.

Honda, ya con 34 años, volvió a sonreír la semana pasada cuando se anunció su incorporación al Neftchi Bakú PFK . Recibido con honores en el club azerí, su presentación fue retransmitida en directo por los canales del club ante la enorme expectación generada: «Muchos me preguntan por qué no vuelvo a Japón… Quiero convertirme en el primer jugador japonés en jugar en Azerbaiyán. Creo que puedo ayudar al equipo», dijo. Es el último episodio del futbolista japonés que, como su ídolo Miura, nunca se apaga.