David Villa ya no está mustio
David Villa siempre se ha caracterizado por su sencillez y por su amabilidad, incluso con los medios de comunicación. Nunca ha perdido la sonrisa cuando se ha cruzado con los periodistas. Es más, siempre es amigo de montar corrillos improvisados para hablar de fútbol.
Sin ... embargo, el «Guaje» está mustio estos días. El clima de Suráfrica, ahora en invierno, y las noticias que le están llegando desde España sobre su futuro han alterado su sistema nervioso. Vive pendiente del teléfono móvil, un panorama poco aconsejable cuando se está disputando una competición.
Muy felices se las prometía el delantero del Valencia cuando se incorporó a la concentración de la selección. Se veía vestido con el blanco del Real Madrid y resulta que ahora las cosas se han torcido. Lo sabe de primera mano porque ha hablado directamente con Manuel Llorente, la persona que ha llevado las negociaciones con Florentino Pérez.
Refugiado en los cascos
Está que trina el «7» de España. Conocía el acuerdo entre ambos mandatarios y resulta que ahora su presidente se descuelga con una nueva propuesta. El movimiento tuvo el mismo efecto que un jarro de agua fría en pleno invierno. Y Villa y su futuro quedaron expuestos al vaivén de la crítica más hiriente.
Todos los enviados especiales a la Copa Confederaciones han intentado charlar con el jugador estos días. Negativo. No está para nadie. Sólo para la selección. No hay manera de hablar dos minutos con él. Cada vez que aparece en público se refugia en unos llamativos y aparatosos cascos para escuchar música. Es su forma de evadirse. No quiere hablar para no calentarse y soltar algo de lo que se arrepienta posteriormente.
Menos mal que no ha roto su compromiso con la selección española. Pese a la zozobra interna, dos goles en dos partidos, con otras tres citas por delante. Lleva treinta y es el segundo máximo goleador, a catorce del mítico Raúl.
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