La Bundesliga clama contra el racismo

No es la primera vez que la Bundesliga lleva a cabo una iniciativa de este tipo. En 1992, con motivo los famosos disturbios de Rostock , algunos equipos lucieron en su camiseta la leyenda «Mein Freund ist Aüslander» ( «Mi amigo es extranjero» ). Durante aquel verano, en el barrio de Lichtnenhagen de esta ciudad del noreste de Alemania, grupos neonazis incendiaron un albergue de demandantes de asilo (de mayoría vietnamita y romaní) jaleados por los vecinos.

Quizá el antecedente más conocido de este año sea el sufrido por el futbolista israelí Itay Shechter (Kaiserslautern), que fue recibido en un entrenamiento entre gritos de «sucio judío» mientras al menos una decena de aficionados hacían el saludo nazi. Otros, como el exmadridista Hamit Altintop , también denunciaron casos de racismo cuando militaban en el Schalke 04.

La propia selección alemana también ha vivido esta lacra. En 2006, año en que el país germano organizó el Mundial de fútbol, varios internacionales de origen africano sufrieron el acoso constante de grupos racistas.

En el barrio berlinés de Moabit se distribuyeron calcomanías ofensivas contra Gerald Asamoah en las que podía leerse «No, Chita, tu no eres Alemania. Tu eres un mono». Por su parte, el partido de extrema derecha NPD puso en su página web una foto de Patrick Owomoyela acompañada de la frase: «¡Blanco! No sólo el color de la camiseta. Por una verdadera selección nacional»

Pero el racismo no es un problema exclusivo del fútbol nacional. Además de las denuncias de Samuel Eto’o o, más recientemente, Dani Alves , la RFEF fue multada durante la Eurocopa por insultos racistas de los aficionados españoles a Mario Balotelli . En Inglaterra, John Terry ha sido juzgado por supuestos comentarios racistas a Anton Ferdinand.