Achraf Hakimi, de lateral sin sitio en el Madrid a emular a Bale en el Borussia Dortmund

Fue un golazo soberbio, más propio de quien está llamado a decidir partidos, pongamos Sancho o Reus, que de un hombre que aterrizó hace temporada y pico en la Cuenca del Ruhr para reforzar el lateral derecho del BVB. Su crecimiento ha sido tan voluminoso que ha terminado por invadirlo todo. Primero fue el lateral izquierdo, reemplazo de un Schmelzer con problemas para jugar con continuidad, hasta el punto de hacerse con la titularidad jugando a pie cambiado. Ya desde ahí encontró vías para ser determinante en las noches más señaladas, caso del 4-0 al Atlético de Madrid en el Signal Iduna Park, tres asistencias a su nombre.

Ahora, dispuesto a derribar cuanto se interponga entre él y un sitio en la plantilla del Real Madrid –ayer repitió que volver a Charmartín no depende de él, algo así como preguntar en alto «¿qué más puedo hacer yo?»–, Hakimi ha dado el salto a la delantera. Ayer, en plena Champions League, firmó un doblete como extremo, al más puro estilo Gareth Bale .

No hacía falta exprimirse la sesera para imaginar al galés recorriendo la banda del añejo Giuseppe Meazza en aquel famoso 4-3 con un triplete del ahora jugador del Real Madrid. Reus lanzó de nuevo en vuelo al canterano blanco, esta vez por la banda izquierda, aunque el resultado fue idéntico. Hakimi dejó a la zaga del Slavia a su espalda, se plantó ante Kolár y volvió a batirlo, otra vez con la bota izquierda.

Fue su primera tarde con más compañeros por detrás que por delante, dispuesto en el extremo zurdo o diestro, en función de cómo se organizase con Sancho, por orden de Lucien Favre . El técnico del Borussia cedió la iniciativa al Slavia, que ya ante el Inter había demostrado capacidad para imponer su propuesta y manejar los tiempos del partido durante buena parte del mismo, sin quemarles la pelota en los pies. El BVB reculó un buen puñado de metros y reservó las tentativas de robo para cuando los checos avistaban la medular. Ahí, con pradera por recorrer, los alemanes mordieron para lanzar rápidamente a Reus, Sancho, Brandt y, claro Hakimi.

Lo lógico sería que conforme el elenco germano regrese a su país el invento quede aparcado hasta que las circunstancias vuelvan a hacer oportuna su visita a las posiciones donde se deciden los partidos. Nada puede descartarse: también Bale pintaba a lateral predestinado a marcar una época. La dimensión no tiene porque ser la misma. Es más, raro sería que lo fuese, dado que hablamos de un tipo que ha ganado cuatro Champions League con un papel todo lo preponderante que sus lesiones le permitieron tener. El caso es que, de un modo u otro, Hakimi ya se ha demostrado capaz de pesar en los partidos desde los límites del lateral.

Jindrich Trpisovský , entrenador del Slavia, fue testigo directo. «Creo que en unos años será uno de los tres o cuatro mejores laterales del mundo », dijo tras ser derrotado por el Dortmund. Dos goles de Achraf, los primeros de una cuenta en la Champions hasta el miércoles inmaculada, tuvieron la culpa. El tiempo dirá si este partido servirá para explicar una carrera.