Fórmula 1

Secuelas del coronavirus: crac económico en la F1

Williams está en venta, McLaren echa a 70 trabajadores, Renault sigue pese a los despidos en la marca y los equipos rebajan su techo de gasto a 132 millones

31/05/2020
Actualizado 01/06/2020 a las 12:51h.

Después de la muerte y la angustia en el planeta, el coronavirus amenaza ahora con la ruina. La quiebra económica que se anuncia en cualquier foro ya se ha hecho presente en un deporte tan expuesto a estos vaivenes como la Fórmula 1. Ahora que ... el deshielo sanitario empieza a dar una tregua a la salud, el maldito Covid-19 ataca los cimientos financieros de la F1. Ha sido una semana ardua para este deporte que combina negocio, industria e imagen. McLaren, el segundo mejor equipo de la historia y actual hogar de Carlos Sainz, anunció un plan de recortes que pondrá en la calle a 1.200 trabajadores de su grupo, 70 dedicados a la F1. Williams, que vivió en los años 80 y 90 los mejores lustros de su existencia, se ha puesto en venta total o parcial. Renault, la escudería que pretende devolver a Fernando Alonso a la parrilla, comunicó que sigue en este mundillo pese a las protestas que originó el plan de despidos de 15.000 empleados en todo el mundo. Ante esta situación de crac, los equipos han acordado recortar sus presupuestos ya para la temporada 2021. Nadie podrá gastar más de 132 millones al año .

En la Fórmula 1, como en cualquier faceta de la vida, los ricos quieren seguir siendo ricos y los pobres, salir del atolladero. Impulsada por las consecuencias financieras de la epidemia, la F1 estipuló limitar aún más sus gastos e introducir por primera vez un tope para acercar los equipos pequeños a los más grandes. Mercedes, Ferrari (ambos con un presupuesto anual que ronda los 490 millones) y Red Bull no han permitido que ningún otro coche gane una carrera desde hace siete años. El último intruso fue Kimi Raikkonen, con un Lotus, vencedor en Australia en 2013. Seis temporadas consecutivas sin otro ganador que no sea uno de estos tres y seis títulos seguidos para el gobernador de la era híbrida, el coche Mercedes.

« Hoy está ganando la Fórmula 1. Es un acuerdo muy importante para nuestro deporte», se felicitó Zak Brown, el CEO de McLaren, la escudería que jamás faltó a la cita desde 1966 y que luce 12 mundiales de pilotos (Senna, Lauda, Prost y Fittipaldi, entre otros) y ocho de constructores. McLaren, que no gana un gran premio desde 2012 (Button) y el título desde 2008 (Hamilton para desgracia de Massa), es hoy una compañía en apuros. Dividida en parcelas (competición, automoción e ingeniería aplicada), sus números arrastran los efectos del Covid. En los tres primeros meses de 2020 ingresó 200 millones menos que en 2019 y vendió 650 coches de lujo menos. El empleo paga esa diferencia: Brown ha comunicado que 1.200 trabajadores tendrán que abandonar la empresa, 70 pertenecientes al equipo de F1 (formado por 850 personas).

Durante la temporada, las escuderías van cobrando de la F1 una proporción de la venta de los derechos de televisión en función de sus resultados. La reducción del fondo de premios de una campaña que no ha comenzado (se espera que lo haga el 5 de julio en Austria ) ahoga a los equipos.

El ocaso de Williams

La divisa Williams lleva dos años cobrando menos que nadie de esa venta de derechos. Es el farolillo rojo de la F1 en una demostración de que la gloria o la miseria nunca son para siempre. Williams exhibe 114 victorias en su palmarés , siete mundiales de pilotos y nueve como marca, pilotos campeones como Keke Rosberg, Nelson Piquet, Nigel Mansell o Alain Prost y postales inolvidables de aquel coche llamado FW15C con la publicidad de Canon y Camel.

Recuerdos que hoy solo abastecen a la nostalgia. Rokit, su patrocinador principal, ha roto el vínculo con la escudería invisible de ahora y Williams sale a la venta 45 años después de su fundación, hundida por la falta de competitividad de sus monoplazas y acosada por las pérdidas (15 millones el año pasado).

Renault va a reducir su plantilla mundial en 15.000 puestos de trabajo, pero mantiene su estructura en la Fórmula 1. ¿Cómo es posible? «Tenemos una excelente cartera de socios con la firma a principios de año de nuestro patrocinador DP World -responde Cyril Abiteboul, el jefe del equipo de F1-. El límite de gasto en 132 millones es mucho dinero. Pero es un nivel de gasto compatible con objetivos razonables».

Renault no solo sigue, sino que quiere fichar a Fernando Alonso . Tiene confirmado a Ocon y pretende ofrecer un contrato extenso a su futuro compañero. «El que mencionaste -Alonso-, es una opción. Y hay otros grandes pilotos disponibles», admitió ayer Abiteboul en una entrevista a RMC.