Carlos Sainz se habitúa al podio en la F1

La excitación que genera el Gran Premio de Miami se concentra en la salida. Es una descripción del Mundial en miniatura, un duelo por el título que se anuncia entre Leclerc y Verstappen, los más resueltos y probablemente los más rápidos con los mejores coches de 2022. Parte en estampida Leclerc, que no concede ninguna opción a la sorpresa. Lo hace muy bien el monegasco otra vez, una más. Sainz, que ve el mundo abierto y limpio desde la primera línea, sufre con Max Verstappen en las dos primeras curvas. El holandés lo encima en la frenada inicial y arriesga más en la segunda curva. Pasa al español y decreta el duelo por la victoria.

Es un espectáculo la salida de Fernando Alonso, con el Alpine recuerda sus mejores días en aquel Renault azul . Gana tres posiciones, jugando con el peligro adelanta a Hamilton para coronar una estupenda maniobra que demuestra la ambición siempre al límite del asturiano. Desde la octava posición tramita su tarde en los Cayos de Florida.

Sainz está en otra dimensión , pasajero de un Ferrari que está en la cima de la temporada. Gestiona con propiedad su tercer puesto, mantiene a raya a Pérez y conserva su opción ante cualquier contingencia de los dos líderes.

La carrera es una pugna de igual a igual entre Leclerc y Verstappen. El holandés impone sus galones de campeón y la mayor velocidad del Red Bull con motor Honda en las rectas y salda cuentas con su adversario en la larguísima secuencia de 1,2 kilómnetros en línea.

Con el gran premio definido, Verstappen, Leclerc, Sainz y Checo Pérez sin mucho margen para alterar la situación, la emoción se anula durante muchas vueltas porque no sucede nada, salvo la alerta de Pérez avisando de una repentina pérdida de potencia en su propulsor Honda.

Alonso no consigue pasar a Gasly durante muchas vueltas en pos de la séptima posición y trata de adelantar parando en el garaje. La jugada no le sale porque se encasquilla una rueda y pierde la ventaja. De nuevo a remontar.

La vida cambia en Miami con el accidente de Norris y el coche de seguridad, que concede ventaja a los que entran a cambiar ruedas gratis (Pérez, Russell...). En esa mezcla de ruedas viejas y lentas y neumáticos nuevos que están por calentarse, el gran premio es otro en unos minutos. Leclerc amenaza la victoria de Verstappen porque el coche de seguridad ha agrupado al pelotón y el DRS hace su efecto al acercar aún más a ambos pilotos. Sainz se defiende con gallardía ante Checo Pérez y lo aleja en una de sus mejores actuaciones con Ferrari. Alonso, que tiene una sanción de cinco segundos por adelantar de forma incorrecta a Gasly, se mueve en la zona de puntos. Acaba noveno, pero otra multa de cinco segundos por tomar ventaja en una salida de pista le deja undécimo y fuera de los puntos.

Es un final intenso y hermoso porque la pista concede la oportunidad a muchos protagonistas para cambiar el estado de las cosas. Salvo un accidente de Vettel y Magnussen y la pelea de Hamilton y Russell que vuelve a ganar éste, nada varía.