Fórmula 1
Viaje al centro de Fernando Alonso
En la vuelta a la Fórmula 1 de la estrella, pilotos, asesores de marketing y productores de televisión que han trabajado con él destacan su inteligencia, cercanía y nivel de exigencia para alcanzar el objetivo que le mueve en la vida: ganar
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Iniciar sesiónCatorce años atrás, ataviado con los colores azules de aquel Renault galáctico, Fernando Alonso convocó una rueda de prensa en el tostadero del circuito de Sakhir. A la sombra en el desierto de Bahréin, un puñado de periodistas novatos en la Fórmula 1 que se ... habían reciclado de otras modalidades deportivas para acompañar al vendaval Alonso en sus aventuras por el mundo, comprendieron a la primera, en el contacto inaugural con la estrella, que su intimidad valía más que el tesoro de un galeón escondido en el mar. «No consentiré intromisiones en mi vida privada», zanjó el piloto, tajante como es. Un año después, en la fastuosa factoría de McLaren al suroeste de Londres, recién fichado Alonso por el segundo mejor equipo de la historia de la F1, surgió el aviso en la voz de Ron Dennis. «Aceptamos todo, menos que la prensa se meta en la vida privada de Fernando», apercibió el patrón de la escudería.
El piloto ha recorrido un increíble tránsito por la F1, Minardi, Renault, McLaren, de nuevo Renault, Ferrari, vuelta a McLaren, retirada y otra vez Renault en tercera versión. Dos campeonatos del mundo, tres subcampeonatos, 32 victorias, 97 podios, 312 grandes premios, 15 compañeros de equipo… Una trayectoria única en la que solo una cosa nunca cambió. Su círculo privado, su refugio personal , lo más parecido a su niñez cuando vivía en un cuarto sin ascensor en un barrio de Oviedo. Sus padres José Luis y Ana, su hermana Lorena, su mánager Luis García Abad, sus fisios Fabrizio Borra y Edoardo Bendinelli y su amigo del alma Alberto Fernández «el Galle». Un entorno hermético y unido siempre en el perímetro del piloto.
«Si no le llamaba para informarle, me llamaba él. Así que decidí empezar a llamarle yo»
Pedro de la Rosa
piloto
Muchas otras personas han trabajado con Alonso durante estos años. Pilotos, ingenieros, asistentes, directivos de marketing, productores de televisión… En su regreso a la Fórmula 1, varios pasajeros de este vagón analizan para ABC la identidad de esta estrella del deporte español que, inasequible al desaliento, se niega acomodarse en el sofá para vivir de las rentas.
Pedro de la Rosa se ha convertido con los años en el referente de la F1 mediática en España. Su pedagogía para ilustrar los enrevesados contenidos de este deporte le llevaron a protestar amable más de una vez. «Yo soy piloto, no comentarista» . Ahora analista de las carreras junto a Antonio Lobato, De la Rosa colaboró tres años en estrecha vinculación con Alonso. En 2007, el del cisma con Hamilton, fue piloto probador en McLaren. Y ahí se hizo una idea de lo que era el universo Alonso.
«Entonces ser piloto de pruebas era muy importante -explica a ABC-. Ahora es una función menor porque las pruebas se han reducido y consiste en ser piloto de simulador. Fernando es el típico súper profesional, muy muy implicado. Pensaba las 24 horas en cómo mejorar el coche, cómo ser más competitivo el fin de semana. Le gusta mucho hacer él las cosas, incluidos los entrenamientos. Y si no podía, te estaba preguntando constantemente : ¿qué has probado, cómo va el coche, qué piensas?».
De la Rosa utiliza por primera vez una palabra que se repetirá en este sondeo. Exigencia. «Es una persona exigente a la que le gusta su trabajo, y quiere estar informado de todo lo que se hace . Me di cuenta desde el principio de que si yo no le llamaba, me llamaba él. Así que decidí empezar a llamarle yo después de cada entrenamiento. Siempre le hacía un breve resumen de lo que habíamos probado en el coche».
Marc Gené fue tripulante de la Fórmula 1 y desde hace años ejerce como piloto probador de Ferrari. Un embajador de la marca que habla el italiano casi mejor que el castellano. Trabajó cinco años con el asturiano, sus cinco cursos en Ferrari. «Cuando llegó a Maranello, todos nos dimos cuenta en el equipo de que estás ante un piloto excepcional. Ves su telemetría, cómo analiza las carreras, escuchas lo que dice por la radio o cómo gestiona un gran premio... Estás ante alguien fuera de lo normal . Y no estamos hablando de manos o de talento. Es su cabeza. Hablamos de un killer. Todo lo que hace en su vida tiene un objetivo: ganar».
«Cuando le dices algo, hace ya diez minutos que te ha entendido»
Bernat Elías
productor de televisión
Esta vehemencia profesional no es la norma en la Fórmula 1, según cuenta De la Rosa. «He trabajado para otros pilotos que ni se han interesado, ni me han llamado, ni han querido que les llame. A mí me gustaba Alonso. No hay nada mejor para un piloto de pruebas que comprobar el interés de los titulares por lo que estás haciendo. Fernando es muy intenso . Cuando haces algo que te gusta, no puedes no ser intenso. Si no te gusta lo que haces, es cuando las personas no se entienden. A mí me apasionaba lo que hacía, era mi vocación. Nos entendimos muy bien y tal vez por eso coincidimos luego en Ferrari. Me llevó porque entendió que mi trabajo era bueno. En Fórmula 1, quien no es intenso dura cuatro días. Siempre vas a encontrar a alguien que es más intenso que tú».
«Fernando exige mucho, pero también da mucho», observa Marc Gené. «Esto es lo máximo para un piloto reserva, tú trabajas en la mejora del coche, pero sabes que él siempre dará el máximo y sacará el máximo. Estás en las mejores manos, el equipo sabe que no habrá nadie mejor que él para sacar el máximo del coche. Destaco de él su fuerza mental, su constancia. Es un piloto que comete poquísimos errores. Hay pilotos que sacan lo mejor de sí mismo con el mejor coche, pero donde Fernando es excepcional es en situaciones difíciles . Siempre logra maximizar la situación».
Pablo de Villota pertenece a una familia ligada al automovilismo desde que el mundo es mundo. Durante ocho años fue el responsable de patrocinio del Santander, la marca española que encontró en Alonso su plataforma de difusión mundial a través de la Fórmula 1. De Villota colaboró con el protagonista en otro sector, el marketing, los eventos, la comunicación... Y los argumentos se repiten.
«Trabajé ocho años con él y aprecié que es una persona muy sensible, que toma nota de todo lo que se hace a su alrededor, para lo bueno y para lo malo. Si se daba cuenta de que habías hecho un esfuerzo por organizar un evento con cosas que le gustaban , tenía un comportamiento perfecto, impecable. Nunca tuve una situación de tensión con él en un evento».
Añade De Villota: «La mala fama que ha podido tener en acciones comunicativas viene precedida porque no se hizo un ejercicio previo que consistía en saber simplemente cómo se podía sentir cómodo. Algo tan sencillo como hablar con él. Cuando conseguimos esa comunión de ideas, él sin decir nada lo agradecía a su manera . No teníamos una relación de amistad, pero conmigo tuvo detalles muy bonitos que no tenía ninguna obligación de hacer. Estábamos en una carrera, su mánager, Luis García Abad, le indicó que yo estaba fuera del motorhome con mi familia, y él salió, sin que yo se lo pidiera, para saludar a mis hijos. Estuvo encantador con ellos, bromeando, les firmó autógrafos. Y otra vez hizo algo parecido saludando a mis hijos por Skype. Sin yo darme cuenta, pasó por detrás y se puso a hablar y a bromear con ellos por el ordenador. Imagina la ilusión de los chavales».
«En él destaca su fuerza mental, su constancia. Apenas comete errores»
Marc Gené
piloto
Bernat Elías , ejecutivo de Mediapro, ha producido el documental «Fernando» que se emite con éxito en Amazon. Durante muchos meses se ha movido por el mundo con el piloto para extraer la esencia de su vida en una serie. «No lo conocía, soy seguidor nivel medio de la Fórmula 1, y por tanto estaba limpio de prejuicios. Y me he encontrado a una persona cercana, muy amigo de sus amigos, muy fiel a su entorno, muy inteligente y con el que era muy fácil hablar y entenderse. Desde el principio, se aprecia que todo lo que dice tiene mucho sentido y todo es válido».
«Comprobé que no es solo un piloto que conduce y ya está, sino que piensa, habla, estudia y controla todo lo que sucede a su alrededor -aporta Elías-. Entendió perfectamente que en el documental no íbamos a sacar solo cosas buenas de él, necesitábamos su lado humano, el fracaso y el éxito, caer y levantarse. Y él nunca nos dijo “esto no lo saquéis, que aquí fracasé”, o algo similar. No puso ninguna cortapisa. Al contrario, fue muy participativo en el documental. Nos decía: “¿Por qué no esto, o lo otro?” Entiende el negocio del entretenimiento. Está siempre en permanente reflexión, calcula por anticipado. Cuando le comentas algo, hace ya diez minutos que te ha entendido. Le dijimos que queríamos que fuese él. “Tú serás tú, y como tú seas”. Y funcionó».
La personalidad arrolladora de Alonso se plasma sobre todo en la competición, donde no admite la resignación, el conformismo o la abulia. Lo cuenta Marc Gené: « Siempre forma parte del equipo de estrategia en las carreras, porque le gusta y su opinión se tiene en cuenta. Yo le he visto poner en duda alguna estrategia. Los ingenieros decían de ir a una parada y él creía que era mejor ir a dos. E incluso cuando está conduciendo en una carrera, también lo hace. Hay muchos pilotos que delegan. Se limitan a conducir y hacer lo que el equipo decida. Fernando, no. Siempre está pensando si se puede hacer algo más».
El carácter, la cabeza, es lo que distingue a una estrella del deporte. «Es un líder total. Todo el mundo respeta su mera presencia -dice De la Rosa-. Se nota cuando hay una reunión y entra Fernando. El chip cambia. Queda patente que ha llegado el líder y cambia la exigencia. Tiene presencia. No se puede cuantificar o definir. Hay gente que la tiene y gente que no. Montezemolo era lo mismo en Ferrari. Una personalidad muy fuerte. No necesitabas saber que estaba él para notar el cambio en el ambiente».
«Siempre agradece que no estés a su lado para sacar ventaja o aprovecharte de él»
Pablo de Villota
ejecutivo de márketing
« Cuando está concentrado en un gran premio, casi no conoce a nadie» , afirma De Villota. «Pero él observa, analiza y se queda con todo. Siempre es agradecido si ve que no quieres estar a su lado para conseguir algún favor, alguna ventaja, aprovecharte de él o pasarte de listo».
El Alonso distante en la apariencia pública deja recuerdos de lo contrario en sus colaboradores. «Un detalle importante es que siempre intenta hacer piña con su equipo de trabajo -rememora Pedro de la Rosa-. Cuando estaba con él en McLaren o Ferrari, siempre le gustaba que fuésemos todos juntos a cenar, a jugar al fútbol o a hacer un karting. Los equipos de Fórmula 1 son muy grandes y es difícil contentar a todo el mundo, y si alguno no entraba en ese grupo se podía sentir desplazado. Pero sé que Fernando intentaba dar cabida a todos. De los pilotos con los que yo he trabajado, él es el que más se ha esmerado en mantener la cohesión del grupo, el que más tiempo ha destinado a mecánicos, ingenieros, a su equipo... Por eso, en sus núcleos de trabajo, ha sido una persona muy querida».
Un juicio que comparte Bernat Elías, quien conoció a Alonso en el trayecto de 2019 a 2020 para la grabación y producción del documental. «Todas las estrellas tienden a crear un personaje, pero en este caso si rascas sale un tipo cojonudo. Eso sí, muy exigente . Siempre busca y quiere un poco más». Alonso, de regreso a su jardín.
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