Varias escuderías esperan que se anule el GP de Bahréin

Bernie Ecclestone, patrón de la F-1, manifestó este martes que ninguna escudería le había trasladado su preocupación por la carrera, aunque sugirió que quizás no se renueve el contrato de una de las pruebas más lucrativas del calendario. El circuito de Sakhir tiene contrato hasta 2016, pero las reglas estipulan que si una prueba se suspende en dos años consecutivos no se podrá reanudar

A última hora del martes, la la Asociación de Equipos de Fórmula Uno (FOTA) que representa a McLaren, Mercedes, Williams, Marussia, Force India, Caterham y Lotus, detalló que los equipos no tienen la potestad de cancelar ninguna carrera. La pelota queda en el tejado de la FIA . Durante el GP de China que celebrará este fin de semana, los equipos se reunirán con Ecclestone para tomar una decisión al respecto. Algunos equipos habrían llegado a reservar billetes para regresar a Europa tras la carrera en Shanghai según han publicado diversos medios.

Zayed al-Zayani , director del circuito de Sakhir ha cargado contra lo que en su opinión no es más que una «dirigida por observadores sentados en un sillón y grupos extremistas». Los organizadores del Gran Premio han defendido la celebración de la prueba a través de un comunicado en el que recogen el testimonio de varios observadores internacionales. Entre ellos, dos miembros del equipo Lotus , cuyas impresiones ya han sido trasladadas a los responsables de las doce escuderías del Mundial.

«Si hay protestas solo serán pacíficas. Quizás se vean algunas pancartas y neumáticos en llamas, pero eso es todo lo que esperan», refleja parte de ese informe filtado por los responsables del circuito. «Hemos vuelto de Bahréin con mucha más confianza» , apuntan. Al otro lado la declaración al diario británico The Guardian de un jefe de una escudería cuya identidad no ha sido revelada que asegura que todos los equipos esperan que la FIA cancele la carrera .

La violencia entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad se ha recrudecido desde principios de año. La población, de mayoría chiíta, exige reformas democráticas en un país gobernado desde hace siglos por la dinastía suní de los Al Jalifa. El año pasado las protestas llevaron a la cancelación de la prueba.

Hasta el momento, la FIA se ha limitado a explicar que tiene contacto diario con las embajadas de la zona. Al Zayani aseguró hace unas semanas que la carrera inyecta 220 millones de dólares (170 millones de euros) a la economía local de manera directa y hasta 500 millones de dólares de forma indirecta.