España exhibe sus sticks de oro y reconquista el hockey sobre patines

Ganan tanto y de forma tan seguida que parece que lo hacen sin esfuerzo. Pero nada que ver. «Aquí no hay suerte. Hay mucho trabajo detrás, mucho sacrificio diario que no podemos dejar de hacer si queremos seguir ganando, porque es lo que todas las selecciones persiguen», cuenta a este periódico Marta Piquero, una de las integrantes del equipo femenino que disputado las cinco últimas finales mundialistas, ganando cuatro de ellas. Solo se dejaron una por el camino, ante Argentina en 2022.

Esos ocho oros de la selección femenina son prácticamente la mitad de todos los que se han puesto en disputa desde que se jugó el primer Mundial, en 1992. Y aun así parecen pocos ante los 18 que acumula la selección masculina. «Ganar siempre es complicado, pero teníamos más ganas que nunca después de dos mundiales sin hacerlo», explica Nil Roca, jugador del equipo campeón, recordando los dos batacazos en los Mundiales de 2019 y 2022. En el primero, celebrado en Barcelona, se quedaron fuera de la final después de una dolorosa derrota ante Portugal, el gran rival por la supremacía mundial, con 16 títulos. En el segundo fue aún peor, pues se quedaron fuera de las semifinales por primera vez desde 1991. «Sabemos que somos una potencia y tenemos que hacer lo que sea por acabar primeros en cada torneo».

Tradicionalmente, España, Portugal, Italia y Argentina han dominado el hockey mundial. Pero cada vez hay más naciones con potencial sumándose al escalafón. Francia, Chile, Alemania, Estados Unidos o las africanas Angola y Mozambique van poco a poco asomando la cabeza. Nadie puede relajarse. «Hay que tener mucho cuidado para no dormirse», explica a ABC Carmelo Paniagua, presidente de la Federación Española de patinaje, quien cree que la tradición de determinados países ya no vale para subirse al podio. Paniagua, que habla de triplete, y no de doblete, por el título mundial de la selección masculina sub-19, lamenta que esta proliferación de títulos no se valore como se merece: «Es más noticia ser segundos, porque suena a fracaso».

«Claro que nos gustaría vernos más reconocidos -admite Marta Piquero-, pero sobre todo para hacer llegar el hockey a más gente y que nuestro deporte crezca». Porque el hockey español goza de una salud extraordinaria, pero aún tiene margen de mejora. «Nos falta crecer en distintas comunidades», analiza Paniagua. «La disciplina está muy centralizada en Cataluña y en Galicia. En Madrid también ha avanzado, pero hay muchos lugares en el que nos falta potencial». Lo que ya da por perdido el presidente de la Federación es volver a ver su deporte en unos Juegos (lo fue de exhibición en Barcelona 92): «Si no se logró con Samaranch, que fue jugador y el primer presidente de la Federación... El Olimpismo va ahora por otro camino».