Tour de Francia
Pogacar y Vingegaard avisan: uno promete revancha y el otro pelea hasta París
Ciclismo
El danés dio un vuelco a la carrera con su ataque a cinco kilómetros de la llegada de la undécima etapa
Vingegaard destroza a Pogacar en el Col du Granon y le arrebata el amarillo
M. Z. | Agencias
Madrid
La undécima etapa del Tour de Francia ha dejado un panorama que pocos preveían antes de que el pelotón comenzase a circular este miércoles. Tres colosos alpinos como el Telegraphe, el Galibier y, sobre todo, el Col du Granon han dado un vuelco a ... la carrera, con un Jonas Vingegaard colosal que desfondó al líder, el hasta hoy intratable Tadej Pogacar.
El corredor danés del Jumbo-Visma atacó cuando restaban poco menos de cinco kilómetros para la meta, dejando al esloveno, portador hasta este martes del jersey amarillo, totalmente clavado sobre el asfalto. Los ataques a los que tuvo que responder en anteriores subidas, sobre todo en el Galibier, le pasaron una cara factura. Tanto que acabó cruzando la línea de llegada en séptima posición y a casi tres minutos de Vingegaard. Al sacar el pie del pedal aún no se lo podía creer.
«No sé qué ha pasado. En el Galibier todavía me sentía bien. Tuve muchos ataques del Jumbo, pero respondí. En la última subida no tenía buenas piernas desde el inicio y sufrí», se explicó el ciclista del equipo UAE. «Quizás no fue mi mejor día simplemente. Vamos a ver si lo puedo hacer mejor mañana». «El Jumbo jugó muy inteligentemente. Van Aert y Laporte se metieron en la escapada. Fue difícil controlarles, no tenemos tantos corredores», agregó.
Sin apenas tiempo para recuperar, la carrera francesa llega mañana al mítico Alpe d'Huez. «Quiero la revancha y pelear por esta carrera hasta el final. Lo daré todo para no arrepentirme de nada. Perdí tres minutos... pero mañana a lo mejor los gano. Espero encontrarme mejor. Voy a pelear cada día», avisó Pogacar, que aún tiene diez días por delante para tratar de recuperarse de este inesperado descalabro. La diferencia entre el líder danés y el esloveno no es tan grande: 2 minutos y 22 segundos.
Vingegaard: «Pienso pelear de aquí a París»
Por su parte, Vingegaard se mostró feliz tras haber cumplido un sueño con la victoria de etapa y el 'maillot' amarillo. «Ha sido increíble. No sé cómo describir lo que ha pasado. Estoy sorprendido de lo amplias que han sido las diferencias. Esto era lo que soñaba desde siempre. Y ser segundo está muy bien, pero yo ya lo había hecho el año pasado. Esta vez, quería ganar».
«Teníamos un plan desde el principio y queríamos hacer la carrera muy dura porque creíamos que eso nos podía beneficiar a Primoz Roglic y a mí. Le he metido mucho tiempo a Pogacar y no lo hubiera logrado sin mis compañeros», relató el vencedor sobre la estrategia de su equipo.
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«Tadej parecía fortísimo. Sin embargo, tenía muchas dudas de si estaba yendo a tope o no. En la subida final, desde el coche me dijeron que a cinco kilómetros de meta había rampas muy duras. Yo decidí que, una de dos, o ellos hacían la carrera dura o yo atacaba con todo. Si no lo intentaba, nunca iba a conseguir ganar. Lo he conseguido, y ahora tengo un maillot amarillo por el que pienso pelear de aquí a París», avisó también.
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