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Vuelta a España

Movistar, 40 años de poderes compartidos

Induráin y Perico, Chava y Olano, Nairo y Landa, como ahora Enric Mas y Supermán López, convivieron con distinta suerte en el equipo de Unzué

José Carlos Carabias

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Un sol denso denso y abrumador que se hace espacio entre nubes, calor africano, acompaña a los ciclistas en su día de descanso, el primero en la Vuelta a España. Es uno más en la rutina itinerante de equipos y corredores: ruedas de prensa, kilómetros ... de bicicleta para tonificar músculos y evitar el parón, almuerzo con hidratos y siesta. En Almería se gestiona el duodécimo día de convivencia de los ciclistas, que comparten habitación en estancias dobles, desayunan y cenan juntos, ruedan juntos y comparten ambiciones en ámbito personal, pero también en grupo. La vida en común siempre es un reto. En una gran carrera ciclista, con sus diversas variables, la cohabitación es factor esencial para alcanzar objetivos. Lo saben en el Movistar, antiguo Banesto histórico, 42 años en el pelotón. Eusebio Unzué, que está al mando (antes con José Miguel Echávarri) desde el principio de los tiempos, siempre ha pretendido una máxima: trasvases de poderes en calma, sin atropellamientos, con papeles justos según los méritos, sin peleas. Muchas veces lo ha logrado, aunque no siempre. En la Vuelta 2021 tiene que gestionar la coexistencia de Enric Mas, segundo a 28 segundos de Roglic, y Miguel Ángel López, tercero a 1:21.

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