Baloncesto

Tavares destroza al Maccabi y le da la décima al Real Madrid

Otro descomunal partido del pívot permite a los blancos imponerse a los israelíes (70-99) y a seguir invictos en la Euroliga

Resultados y clasificación de la Euroliga

Tavares tapona a Nebo durante el duelo en Belgrado Real Madrid

No hay quien detenga al Real Madrid en la Euroliga, con una velocidad de crucero los blancos con la que el resto de sus rivales no pueden ni soñar. Inercia ganadora a base de espectáculo y pura superioridad física que se escenificó en Belgrado ante ... el Maccabi Tel Aviv. Los israelíes regalaron el partido a Tavares, dejando al africano, el pívot más letal de Europa, completamente solo bajo su aro. Y cuando quisieron reaccionar, el Madrid ya abrazaba una nueva victoria, la décima en diez partidos en una Euroliga en la que todavía no ha encontrado un rival digno de su competitividad.

En la frialdad de la Sala Pionir de Belgrado, a puerta vacía, campo de exiliados improvisado para el Maccabi de Tel Aviv y con las caras de los rehenes secuestrados por Hamás en las gradas, al Real Madrid no le costó entrar en calor. Los de Chus Mateo se refugiaban en la zona, su superioridad física les permitía anotar y Tavares, una vez más, era un monstruo imparable. Quince puntos del caboverdiano en el primer cuarto, y otras tantas genialidades de Campazzo, permitieron a los blancos ir calentando la caldera y aumentar la diferencia en el marcador.

El Madrid rozaba la perfección, genial Deck en los movimientos sin balón, pero es cierto que los israelíes ejecutaban un plan de partido ridículo, suicida, sin intención de defender lo más mínimo ante el único equipo invicto de toda la Euroliga. Cavaban su propia tumba y su rival jugaba a placer, con una sonrisa y sin sacrificarse demasiado. Ni Lorenzo Brown, gran estrella de los de Tel Aviv, parecía interesarse demasiado por lo que acontecía en la pista.

El joven Ndiaye se imponía con una facilidad pasmosa a sus adversarios siempre que había que presumir de físico y solo Musa, un poco acelerado, desubicado desde que Mateo lo ha sacado del quinteto titular, desentonaba en la buena primera parte madridista. Buena primera parte algo maquillada por el Maccabi que, tras ver cómo Nebo se desvivía para anotar, aumentó prestaciones en defensa y aprovechó una mala batería de tiro de los blancos para recortar distancias.

Fotos de los rehenes de Hamás, en las gradas de la Sala Pionir efe

Abusaba el Madrid del tiro de tres, un pecado si se tenía en cuenta el boquete en la zona que generaban las defensas locales. Pero poco importaba porque las manoplas de Tavares siempre aparecían en el momento indicado, listas para machacar el aro una y otra vez. Pese a todo, el Maccabi era otro, acertaba en el lanzamiento y al ser un equipo diseñado únicamente para el plano ofensivo, amenazaba con iniciar el asedio.

Una rebelión efímera, pues los blancos se pusieron las pilas y cortaron de raíz el ímpetu rival. Defendían, corrían y anotaban a placer, la defensa nunca llegaba a parar sus estampidas. El triunfo fue abultado y el Madrid sumó una nueva victoria, la décima en un continente en el que, a día de hoy, no tiene oposición.

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