Una vida pegado a la canasta: los mejores momentos de la carrera de Pau Gasol

Toda gran historia tiene un punto de partida y en el caso de Gasol fue su debut en el Barcelona, el equipo de sus amores y en el que solo jugó dos temporadas (1999-2001) antes de emigrar a la NBA. En su primer año en el Palau era tan solo una promesa con escaso protagonismo. Debutó el 17 de enero en Cáceres y solo estuvo 29 segundos en pista. Tenía 18 años. Sin embargo, en su segunda campaña como profesional, a causa de varias lesiones en la plantilla azulgrana, Gasol se convirtió en nuclear y fue la estrella que llevó a los catalanes al doblete (ACB y Copa del Rey). En ambos torneos fue nombrado mejor jugador. La llamada de ultramar fue inevitable.

Memphis es conocida mundialmente por ser la ciudad donde falleció Elvis

Presley y donde se elabora el whisky Jack Daniels. Sin embargo, en 2001, Gasol llegó al equipo de la ciudad, los Grizzlies, para dar un vuelco a su historia, huérfanos hasta la fecha de grandes jugadores o triunfos rimbombantes (es una de las 12 franquicias que nunca ha ganado la NBA). Allí se hizo leyenda y el español medio volvió a mirar hacia el baloncesto estadounidense. Ya con una poblada barba en su rostro, lideró a los suyos hasta los playoffs de forma cíclica, se convirtió en el primer español de la historia en ser All-Star y ascendió como la espuma en las estadísticas históricas del equipo: cuarto máximo anotador, tercero con más rebotes y segundo con más tapones.

Pese a que la mejor generación que ha dado el baloncesto español se gestó desde las categorías inferiores, fue en el mundial de 2006 cuando el equipo formado por los Gasol, Navarro, Calderón, Garbajosa, Reyes y compañía tiró definitivamente la puerta abajo. El oro fue suyo y Pau la referencia indiscutible. Como anécdota, Gasol no pudo disputar la final contra Grecia tras lesionarse en las semifinales contra Argentina. Sus compañeros solventaron con nota el decisivo encuentro pese a la ausencia y Pau, vendado y entre lágrimas, se fundió con sus amigos para celebrar desde Japón el comienzo de algo grande, una generación que daría a España 15 años de éxitos.

Casi de improviso, a mediados de la temporada 2007/2008 Gasol

fue la pieza clave en una operación relámpago que le llevó hasta Los Angeles Lakers, una de las franquicias más icónicas de la competición privada del título desde 2003. Allí estableció una conexión deportiva y sentimental única con Kobe Bryant y juntos devolvieron la gloria a la ciudad californiana, con tres finales consecutivas y dos anillos de la NBA (2009 y 2010), un hito que ningún español había alcanzado hasta la fecha. Su papel en los angelinos se fue deteriorando con el paso de los años pero su importancia en la franquicia será perenne. Tarde o temprano, una camiseta con el dorsal 16 y con el nombre de Gasol acabará colgando del techo del Staples Center.

El 18 de septiembre de 2015 Francia amaneció entumecida y en sus kioscos una foto y un nombre traían tormenta. El prestigioso diario deportivo LÉquipe se vio obligado a dedicar su portada a Gasol, pues el pívot se fue hasta los 40 puntos el día anterior en las semifinales del Eurobasket organizado por el país galo. 'L'Enfant Terrible' fue el titular de esa edición en referencia al español, un tifón descontrolado al que los jugadores franceses nunca consiguieron hacer amainar. El partido fue una de las exhibiciones más colosales que el baloncesto FIBA ha visto en su historia. España se llevó el oro, cómo no.

Pese a su gran carrera al otro lado del Atlántico, Gasol ha sido el eje sobre el que habitualmente ha girado la mejor generación de la historia del baloncesto español. Alguna ausencia debido a las lesiones no le han impedido acumular históricas cifras con el combinado nacional. El español ha sido partícipe en 11 medallas en los grandes torneos de la canasta y ha participado en un total de cinco Juegos Olímpicos, los últimos este verano en Tokio, donde España fue apeada por Estados Unidos en la final. Un final agridulce que no empaña una trayectoria colosal.