LIGA ENDESA
Ibaka y Rudy, corazón blanco
Emotiva despedida de los dos jugadores, que dejan el Real Madrid para regresar a la NBA
EMILIO VICENTE ESCUDERO
No había títulos en juego, ni se trataba de un encuentro particularmente decisivo, pero el Palacio de Deportes ofrecía ayer un aspecto impecable. Las gradas rezumaban un ambiente especial, algo que confirmaba la presencia de Florentino Pérez, mucho más habitual en los encuentros de la ... sección de baloncesto desde que el equipo cambió de sede. Se respiraba una mezcla de alegría y tristeza . Aires de nostalgia, que anticipaban un adiós y que se transformó en fiesta tras la victoria contundente ante el Valencia, a pesar de la despedida definitiva de Rudy Fernández y Serge Ibaka camino de la NBA. [Narración y estadísticas]
El «Rudy quédate» se convirtió entonces en el grito unánime de la grada. Diez mil personas puestas en pie, mostrando su cariño al balear, que dentro de unas horas estará camino de Dallas (¿viaje de ida y vuelta?), pero cuyo corazón se queda para siempre en Madrid . Junto a él, en el centro de la cancha, estaba también Serge Ibaka. Igual de emocionado y feliz que Rudy, su caso es diferente. Sabe que su sitio está en Oklahoma City, con los Thunder, y desde allí seguirá al equipo blanco como un madridista más.
Ambos fueron decisivos en el triunfo que permite al Real Madrid seguir igualado con el Barcelona en lo más alto de la tabla. En otro buen partido de los de Laso, fue un parcial de 17-0 tras el descanso el que decantó la victoria. Hasta entonces, Tiago Splitter , que también se despedía de la Liga Endesa para regresar a los Spurs, había tirado de calidad para mantener en el choque al conjunto naranja. al que la baja de última hora de Caner Medley le hizo mucho daño.
Un Rudy desatado y un Ibaka imponente en la zona —puso 4 tapones en el segundo cuarto—, demostraron que, a pesar de la llegada de Kyle Singler, el agujero que le va a quedar a Pablo Laso en el equipo va a ser difícil de llenar.
Adiós de Seraphin y Dragic
Por la mañana, el Caja Laboral también tuvo su ración de emotividad. Con mucho menos calado que en el Real Madrid, Kevin Seraphin y Goran Dragic se despidieron de la afición vitoriana con triunfo, al igual que había hecho el día anterior Eyenga con el Juventud.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete