Un gigante llamado Oblak

No era una visita cómoda para Simeone , ni mucho menos, y no solo por el calentón de la grada. También porque el encuentro llegaba tras el parón internacional y porque Villarreal es, junto al Camp Nou, el escenario donde históricamente sufre más , como se confirmó este sábado una vez más. A la cita, el Cholo acudía después de pinchar en hueso en sus tres últimos intentos de puntuar como visitante en ese estadio y hoy tampoco supo cambiar la dinámica.

Aunque fue el Atlético el que tomó la iniciativa, el buen trato de la pelota del conjunto amarillo provocó el primer espasmo de la grada. Gerard Moreno , al cuarto de hora y a un metro de la línea de portería, no acertó a rematar un pase raso de Mario. La presencia de Juanfran, que se perderá el próximo partido por tarjetas, resultó providencial para que el delantero no cantara el gol, pero el Villarreal dejó claro desde el inicio que a los de Simeone les esperaba otra tarde de sufrimiento en el Estadio de la Cerámica. Un disparo de Fornals y un lanzamiento de Costa , salvado por Oblak después de que el balón se envenenara al tocar en Giménez, confirmaron esa sensación ya antes del descanso. Una primera parte en la que el VAR no consideró penalti una mano de Funes Mori y en la que los madrileños pisaron también el área de Asenjo. Aunque sin suerte, Kalinic, Griezmann y Saúl, en dos ocasiones, intentaron probar al meta.

Calleja ocupó el banquillo mirado con lupa porque el inicio de Liga no está siendo el esperado para un Villarreal que, a pesar de su fútbol atractivo, recibió al Atlético sin conocer la victoria en su estadio. Tampoco la pudo celebrar este sábado. Con Gerard como único punta rival, Simeone blindó la medular juntando a Thomas y Rodri, que mezclaron bien aunque el español, y Kalinic, se quedó en la caseta en el segundo acto.

En una clara apuesta ofensiva, Simeone cambió el esquema y buscó la victoria sumando a la causa a Correa y Lemar . La decisión funcionó porque el galo resultó decisivo cinco minutos después en un saque de falta. Funes Mori despejó el balón contra el larguero y Filipe, de cabeza, aprovechó el rebote para mandar la pelota a la red.

La reacción local no tardó y Jan Oblak evitó el empate en una llegada de Gerard, aunque el meta no consiguió impedir que Mario celebrara la igualada poco después. Como le ocurriera el pasado curso después de ponerse por delante, el Atlético se arrugó en el Estadio de la Cerámica, pero su guardameta se agigantó. Primero en un remate lateral de Gerard Moreno y después en un mano a mano ante Carlos Bacca, que se lesionó en esa jugada.

La emoción se mantuvo hasta el final y los rojiblancos se pudieron llevar los puntos en un cabezazo mal rematado por Lemar .