Nadal solo puede mejorar

Sin embargo, le ha dado tiempo a ganar diez Grand Slams y otros 36 títulos. Más que el rival, «lo que le ha podido hacer daño es no ganar más trofeos —asegura Gimeno—, aunque su año sigue siendo impecable». Con un adversario que está más fuerte que él, Nadal ya tiene en su historial un Grand Slam (Roland Garros) y cinco finales de Masters 1.000 (ganando uno, Montecarlo) y el Conde de Godó. «Y él está muy contento con lo que ya ha conseguido», asegura Gimeno.

La imagen de derrota física y mental mostrada en Montreal y Cincinnati es nueva y ha alarmado más a sus seguidores, malacostumbrados a la foto de un Nadal mordiendo sus triunfos, que al propio tenista. «Mardy Fish jugó mucho mejor que yo» , respondió tras caer derrotado en los cuartos de final. No fueron las lesiones ni los dedos quemados. Él no jugó bien; su rival, sí. «Jugando así, merecíamos perder», sentenció Toni, su tío y entrenador.

Un calendario que no deja tiempo para recuperarse entre torneo y torneo también pasa factura. Y sin espacio para que el cuerpo se reponga, las lesiones se van acumulando temporada a temporada. Su gran potencia en brazos y piernas le ha dado triunfos, pero su cuerpo siempre ha estado pendiente de problemas físicos.

Y al igual que las lesiones, las derrotas también se pagan . Su temprano adiós en Montreal y caer ante Fish, quien nunca le había ganado, son pequeños mordiscos en su cabeza que se reflejan en la raqueta.

Para recuperar la confianza solo hay dos vías: entrenamientos y victorias. «No hay varitas mágicas» . Así de contundentes se muestran tanto Andrés Gimeno como Jordi Arrese, dos ex tenistas que saben muy bien lo que puede pasar por la cabeza de Nadal. «No le ha dado tiempo a aterrizar sobre la superficie norteamericana. Los torneos a tres sets no sirven para medir cómo está un jugador. Hay sorpresas porque no hay tiempo de reacción para centrarte», asegura Arrese.

Ambos ex tenistas están convencidos de que «se recuperará estos días y volverá a ser él mismo. A cinco sets, siempre es favorito». Además, Gimeno recuerda que Nadal vivió una situación similar el año pasado por estas fechas y terminó ganando el Open de Estados Unidos . Faltan dos semanas para que Flushing Meadows abra sus puertas y Nadal «ya está rodado», y «empeorar ya no podemos», bromeó Toni Nadal. Por tanto, solo queda una opción.