Rodrigo Corrales: «En ilusión, implicación, preparación y ganas, nadie mejor que España»

«Hemos jugado bastante bien durante varias fases de los partidos y la gente es consciente de que podemos hacer grandes cosas. Por el momento, muy contentos porque hay confianza, buen juego y, sobre todo, respeto y humildad ante los contrarios », advierte. La temprana eliminación de Francia y Dinamarca en la primera fase es un toque de atención para todos. «Y los equipos suelen mejorar conforme se acerca el final».

Quita importancia a que su actuación contra Países Bajos fuera determinante para que sus compañeros jugaran con calma y sin presión. Un 45 % de efectividad en sus manos que rebaja a «hacer su trabajo». « Hago lo de siempre, tratar de estar tranquilo . Estoy satisfecho de mi preparación. En una competición tan larga siempre tienes tu opción para ser importante. Tener a Gonzalo Pérez de Vargas al lado ayuda mucho a crecer. La portería, simplemente, es rendir a gran nivel para ayudar al equipo. Da igual que haya sido yo. Cuanto mejor defienden tus compañeros, mejor para los porteros, pero este es un deporte colectivo y sé que es muy difícil estar en la defensa. El día que no estemos afortunados nosotros, espero que ellos estén bien despiertos . Lo importante es ganar. Y la sensación es buena, pero, ojo, que no hemos hecho nada».

Sí han dejado buena impronta y recelo entre los equipos, que saben que España siempre es favorita. «No sé si somos favoritos o nos hacen favoritos. Hay rivales con más talento individual que nosotros, pero aquí lo colectivo se antepone a lo individual y crecemos . Tenemos muy claro nuestros objetivos y nuestro camino. Y no hay egos, cuando juega uno se alegra por el otro. Se respira compañerismo, conexión, humildad, muy importantes porque en una competición tan larga pasas por buenos y malos momentos. Si no existiera esto, España no hubiera estado tanto tiempo tan arriba».

¿Parar ayuda a parar más? «Si encadenas una buena racha te sientes más a gusto, más cómodo. Y que la gente confíe en ti porque te salen las cosas ayuda. Aunque a veces puedes empezar muy mal y acabar muy bien. O al revés. Así que no es determinante; la calma sí. No desesperarte cuando no paras y mantenerte concentrado. No hay más historia». Corrales, casi 29 años, tiene ganas de seguir creciendo; jugará en el Veszprem húngaro después de militar en el PSG, y su nombre es fijo en las alineaciones de Jordi Ribera -oro en 2018-, tan difícil de entrar por la competencia, con la eterna juventud de los Raúl Entrerríos, Viran Morros, Joan Cañellas, Jorge Maqueda, Julen Aginagalde , «centenarios» con España. «Es que... estos nombres son irremplazables . Es difícil encontrar otros iguales. Jordi apuesta mucho por los jóvenes, pero en cada torneo vienen los que mejor están. No es cuestión de cambiar a nadie por edad, la ilusión y la implicación que tienen los lleva a estar aquí, no por sus nombres».

Da con la clave de esta España que vuelve a aspirar a todo: «Hay jugadores que saben que no les quedan tantas competiciones y las afrontan como si fueran las últimas. El premio mayor de los Juegos nos hacen vivirlo mucho más. La ilusión y la energía se contagian. Nos pueden ganar por físico o por algunas fases de juego, pero por implicación, preparación e ilusión no hay nadie mejor que nosotros ». ¿Piensa en Tokio 2020? «Sería la leche, pero... hay que ir paso a paso, aprender de lo de Río. Pies en el suelo». La calma del guardián de los goles.