Dan por muertos a los tres alpinistas desaparecidos en el K2

«Todos los meteorólogos, los montañistas, y los expertos del ejército paquistaní llegaron a la conclusión de que un ser humano no puede vivir tanto tiempo en estas condiciones tan extremas. Por eso anunciamos que están muertos», declaró en rueda de prensa Raja Nasir Ali Khan , el ministro de Turismo de la región de Gilgit-Baltistán (norte), donde se encuentra el K2.

Varios helicópteros del ejército paquistaní que usan modernos radares participaron en las tareas de búsqueda, pero no se consiguió localizar a los tres alpinistas.

Sí continuarán las operaciones de búsqueda de sus cuerpos, precisó el ministro.

«Mi familia perdió un buen padre y Pakistán a un gran montañista, valiente y experimentado», declaró Sajid Ali Sadpara , hijo de Muhammad Ali Sadpara.

Había comenzado la ascensión con el trío antes de renunciar por pedido de su padre, unos cientos de metros antes de la cima, ya que su botella de oxígeno no funcionaba bien.

Muhammad Ali Sadpara es un alpinista muy conocido en Pakistán. En 2016, logró la primera ascensión en invierno de otro «8.000 metros» paquistaní, el Nanga Parbat (8.126 m).

La temporada invernal ha sido especialmente letal en Pakistán, con un total de seis fallecidos desde el inicio del año.

Dos alpinistas murieron este año en el K2, donde las condiciones meteorológicas en invierno son rudas, con vientos que pueden llegar a 200 km/h y temperaturas que pueden caer hasta -60 ºC.

El español Sergi Mingote murió en enero tras sufrir una caída fatal al bajar hacia el campamento base, el mismo día en que un equipo de alpinistas de Nepal lograba la primera ascensión de esta montaña en invierno.

A principios de febrero, el búlgaro Atanas Skatov falleció en un accidente a la hora de cambiar de cuerda.