El fútbol europeo pasa a manos árabes
Los países del Golfo Pérsico realizan inversiones astronómicas en equipos europeos para modernizarse y prepararse para el mundo posterior al petróleo
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl fútbol europeo está viviendo una transformación en la que los jeques árabes son protagonistas, con el objetivo de mejorar la imagen de sus países y modernizar sus modelos socio-económicos. Solo así se explican algunos acontecimientos de reciente actualidad. Sirvan tres ejemplos: ... el pacto del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, con Gerard Piqué , un turbio asunto que permitió el pelotazo de 24 millones de euros al defensa del Barça por la Supercopa en Arabia Saudí; la incertidumbre sobre el futuro de Kylian Mbappé, futbolista del PSG, y su posible fichaje por el Real Madrid; y la compra del Milan por parte de otro país del Golfo Pérsico, Baréin , mediante el fondo de inversión Investcorp . Este pagará 1.180 millones de euros por un club histórico, con siete Copas de Europa entre el medio centenar de trofeos logrados en sus más de 110 años de historia. El fondo de Baréin está dispuesto a invertir esa cantidad, mucho más alta que el valor de la sociedad, según afirma 'La Gazzetta dello Sport', porque se trata de « un proyecto para más de una década, con el objetivo de llevar al equipo a la élite del fútbol mundial ». Baréin quiere situar al Milan nuevamente entre los grandes de Europa, al menos con el poder deportivo adquirido por el Manchester City.
Noticias relacionadas
El fútbol es la cara visible del proceso de algunos países árabes del Golfo Pérsico, cuyos gobernantes están invirtiendo ingentes cantidades de dinero en equipos europeos para mejorar sus lazos y redes comerciales en Occidente , sobre todo desde que se adjudicó en diciembre del 2010 a Catar la Copa del Mundo . El área del Golfo busca así una forma de mejorar imagen y prepararse para el mundo posterior al petróleo como fuente de energía. Por ejemplo, el proyecto Saudí Visión 2030 forma parte de un plan estratégico de Arabia Saudí para reducir la dependencia económica de la riqueza del petróleo y diversificar su economía. La apoteosis de esa estrategia es el Mundial de fútbol que comenzará en Catar el próximo 21 de noviembre .
Del PSG al Milan
Los Estados de Oriente Medio se han hecho con más de veinte clubes en el mundo, sobre todo en Europa. En primer lugar, cabe destacar los 5.000 millones de euros gastados en los dos equipos (alrededor de 2.500 euros en cada uno) que son bandera del fútbol árabe: el PSG de Catar y el Manchester City de los Emiratos Árabes Unidos. A ello hay que añadir, entre otras inversiones, los casi 1.200 millones desembolsados por el Milan, más la compra del Newcastle, absorbido en otoño pasado por un fondo de Arabia Saudí por 350 millones, a los que se añadieron otros 100 millones gastados inmediatamente en el mercado. El Newcastle , un equipo con fuerte tradición histórica en Inglaterra, ha pasado de la pobreza a la riqueza.
Poco después de adjudicarse el Mundial, Catar compró en el verano del 2011 el Paris Saint-Germain, mediante Qatar Sport investments, un fondo creado en el 2005, perteneciente a la Qatar Investment Authority del emir Tamim bin Hamad Al Thani, un fondo soberano nacional para diversificar las inversiones del país que maneja al menos unos 320.000 millones de euros, con participaciones importantes en el mundo y también en numerosos grupos españoles del sector industrial y turístico, entre otros. El emir Al Thani nombró de inmediato presidente plenipotenciario del PSG a Nasser Al-Khelaïfi , un tenista que al retirarse se hizo empresario y h oy cuenta con una fortuna de unos 7.000 millones de euros . Según el diario 'Il Sole 24 Ore', en la última década «Catar se ha gastado unos 3.000 millones de euros, que se han traducido en un saldo negativo en la contratación de jugadores de aproximadamente 1.000 millones, 'cubiertos' con más de 600 millones en ampliaciones de capital». Nasser Al-Khelaïfi no repara en gastos. Paga Al Thani. Detrás está el Estado catarí, el propietario real del PSG. Además, después de la batalla de la Superliga promovida especialmente por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, Nasser Al-Khelaïfi se convirtió, para ganar más influencia, en jefe de la ECA (la asociación de clubes europeos) y en el aliado de mayor confianza del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin.
Catar ocupa el puesto 53 en el ranking mundial de la FIFA. La selección nacional del país organizador tiene sólo futbolistas jugando en Catar y está considerada la peor de las que acuden al campeonato. Se entiende así que Nasser Al-Khelaïfi llegara a París con todos los poderes para hacer del PSG el campeón de Europa, con vistas a ondear esa bandera en el Mundial de Fútbol. Acabada en fracaso, por ahora, esa operación, le queda a Nasser Al-Khelaïfi un bote salvavidas: intentar por todos los medios que Kylian Mbappé siga en el PSG y no fiche por el Real Madrid. Cueste lo que cueste.
Antes del PSG, marcando el paso en la órbita árabe, apareció el Manchester City, comprado en el 2008 por el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan , como máximo accionista, a través del Abu Dhabi United Group, un grupo inversor de Emiratos Árabes Unidos (EAU). Para hacer del club inglés una potencia global, el Manchester City ha hecho inversiones astronómicas. En estos catorce años de reinado de los Emiratos Árabes Unidos, el coste de fichar jugadores de renombre y primer nivel ha alcanzado los 2.000 millones. El apoyo financiero no le ha faltado. Ha tenido inyecciones de liquidez y patrocinios de empresas muy próximas, como es el caso de Etihad, la aerolínea de los Emiratos Árabes Unidos, con la que firmó un gran contrato de patrocinio por valor de 400 millones de euros.
Un fondo futbolero
La operación iniciada por el jeque Mansur con el grupo inversor Abu Dhabi United Group ha propiciado una cierta revolución con la creación, a partir del 2013, del Football City Group , una sociedad de inversión valorada en 4.750 millones de euros, que administra clubes de fútbol . El 78% del capital es del Abu Dhabi United Group, con participaciones minoritarias del fondo estadounidense Silver Lake, mientras que el restante 12% se lo reparten las firmas chinas CITIC Group y China Media Capital. El nombre de la sociedad Football City Group deriva del Manchester City, su club bandera, con participaciones en una decena de clubs de España (el Girona, de Segunda División), Francia, Bélgica, Estados Unidos, Australia, India, Japón, Uruguay y China.
La compra del Milan por Investcorp, el fondo de Baréin, dará lugar a una singular unión del accionariado que está en poder de algunos gobernantes del Golfo Pérsico. Se dará la circunstancia de que, mediante las conexiones entre varios fondos de inversión de esos países, hay una relación entre el Milan y el Manchester City . No son idílicas todas las relaciones de los países del Golfo Pérsico. Cabe destacar que existe una política regional, con relaciones a veces tensas entre los Estados del Golfo. El apoyo financiero de Catar a los Hermanos Musulmanes y otros grupos islamistas ha creado tensiones, en particular con Arabia Saudí, Baréin y Emiratos Árabes Unidos.
Aparte de buscar mejorar su imagen, los Estados del Golfo consideran que el mercado del fútbol europeo es una buena inversión : el valor de los 32 clubes de fútbol europeos más destacados aumentó un 9% en 2019, y los ingresos operativos crecieron un 65% en solo ocho años. Los jeques árabes relacionan la aviación y el turismo en patrocinios con el mercado del fútbol, con buenos resultados. La asociación de las camisetas de Emirates Fly Better con el Real Madrid y las de Etihad Airways con el Manchester City son inversiones de firmas gubernamentales vinculadas a sus respectivos Estados para crecer globalmente y construir la marca del propio país. Un informe del semanario 'The Economist' destaca los deportes, incluido el fútbol, como una palanca clave en el desarrollo turístico de las naciones del Golfo.
Mbappé, una excepción
En manos árabes, el Manchester City y el PSG han ganado conjuntamente una decena de títulos de liga en la última década, aunque ninguno logró su gran objetivo: conquistar la Champions. Mientras ganen trofeos seguirán contando con el apoyo de sus seguidores. En caso contrario, los aficionados tendrán la sensación de que sus equipos pierden la identidad, comprados para sus propios fines por grupos económicos, oligarcas o jeques que solo tienen un interés tangencial en el deporte.
El PSG es un caso emblemático de un club que puede llegar a perder su identidad y una demostración de que el dinero no lo puede todo. Su eliminación ante el Real Madrid abrió una herida y el equipo parisino fue recibido en su estadio con insultos, salvándose solo Mbappé. «Directiva, dimisión» o «Mbappé en París» fueron algunas de las pancartas que se pudieron leer en las gradas del Parque de los Príncipes. La situación del PSG ha llevado a 'The New York Times' a escribir recientemente un artículo señalando que «Mbappé tiene marcharse» para exhibir su talento: «El PSG es un equipo desequilibrado, mal concebido e indisciplinado. Y Mbappé es un talento generacional que merece un escenario semanal más grande».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete