tour de francia
La hora de los Pirineos
david vilares
"Es para lo que hemos estado entrenando". Chris Froome lo resumía bien al término de la etapa de ayer, en Albi . La primera semana de este Tour de Francia es historia y las montañas pirenaicas aparecen en el horizonte ... cercano. Los que han salvado caídas, averías y heridas en los primeros días empezarán a jugarse hoy la general de la «Grand Boucle ».
En realidad, lo normal en la primera etapa de montaña de una gran vuelta son muchas miradas y pocos ataques, pero el binomio Pailhères - Ax 3 Domaines asegura algunas diferencias, por mucha escasez de ataques que haya. En la estación de Ax 3 Domaines, final de etapa y subida menos dura que Pailhères, Carlos Sastre obtuvo su primera victoria en el Tour en 2003. La última vez que el Tour volvió por allí fue en plena lucha entre Alberto Contador y Andy Schleck , que entonces prometía perpetuarse durante el lustro; sólo han pasado tres años y ninguno de los dos es el máximo favorito a la victoria.
Ese papel lo juega Chris Froome . Hoy, su equipo ( Sky ) tomará las riendas de la carrera, porque no conocen otra forma de correr. "No creo que vayamos a hacer nada diferente", admitía el británico de Nairobi ayer. El libro de estilo de Sky también incluye pegar un hachazo lo antes posible, marcar el territorio. "Será como el prmier asalto en boxeo: pruebas al rival para ver su estado de forma. Estoy seguro de que habrá combate", vaticina el segundo clasificado del último Tour.
Contador , mientras, echa balones fuera: "Habrá otros equipos con más ganas de probar que nosotros". Para él, correr una gran vuelta y no ser el máximo favorito es una extrañeza. A los Pirineos llega mejor escoltado que en los últimos años y con seis segundos perdidos con Froome en la contrarreloj por equipos, un empate técnico. Si Contador mueve una ceja, nadie va a pestañear.
El trío de españoles que encabeza Contador y que completan Alejandro Valverde y Joaquim Rodríguez lideran la oposición al imperio anglosajón. Los dos han pasado por al primera semana sin hacer mucho ruido, que es como se debe pasar por este trance cuando juegas para ganar el Tour, y con pérdidas leves con Froome (17 segundos el murciano, 25 para el catalán).
A Valverde ayer le preocupaba el calor . "Puede convertirse en una olla y si se sube rápido va a ser terrible", explicaba sobre Pailhères, un coloso de 15 kilómetros con una pendiente media del ocho por ciento. Por allí veremos al Sky en cabeza y no habrá rival que se atreva a atacar; pero si el ritmo es alto, la subida puede provocar algún atragantamiento inesperado. Purito dice que tiene la etapa marcada: "Es de las bonitas". Sufrió una caída leve el jueves, pero explica que ayer sufrió "menos de lo que esperaba. Estoy contento". Cadel Evans y Tejay Van Garderen , el dúo angloparlante y de dudosa convivencia del BMC, completan el peldaño de hombres a tener en cuenta.
Mañana habrá cinco puertos más: Portet d'Aspet , Mente , Peyresourde , Val Louron Azet y La Hourquette d'Ancizan . Los tres últimos, de primera y encadenados casi sin descanso. La Hourquette d'Ancizan se corona a 30 kilómetros de la meta en Bagnères-de-Bigorre , una distancia que podría ser suficiente para que si alguien corona en cabeza aguante su ventaja hasta el final. Pero lo primero serán los 165 kilómetros que separan Castres de la estación invernal de Ax 3 Domaines y que pueden separar la trayectoria de algún ciclista del maillot amarillo .
La hora de los Pirineos
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