Seis años después, Cultura solo ha conseguido impulsar el 30% del Estatuto del Artista

Son pocas, pero al menos son, piensan en el sector. Porque el parto del Estatuto del Artista, que implica a Cultura y a otros siete ministerios más, está siendo de lo más complicado. Urtasun es el sexto ministro que tiene que lidiar con él. Se hizo el trabajo parlamentario con el popular Méndez de Vigo, los cuatro ministros socialistas de Sánchez recibieron el mandato de implementarlo, con escaso éxito -Iceta llegó a prometer que estaría concluido en 2022-, y ahora es Urtasun el que dice «hacerse cargo de la precariedad en la que viven muchos artistas». Desde noviembre, cuando el portavoz de Sumar asumió la cartera, este compromiso no ha ido mucho más allá de algunas reuniones con el sector y la del pasado marzo de la comisión interministerial -el palabro que designa al grupo de trabajo de los ocho ministerios implicados- para «reanudar su actividad».

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Jaime G. Mora

La guía elaborada por el abogado Javier Andrade para la Unión de Músicos explica en un único documento, con la intención de que cualquiera pueda entender conceptos diseminados en varios textos jurídicos, las medidas aprobadas hasta la fecha: la compatibilidad de las pensiones de jubilación con el ejercicio de la actividad artística, la intermitencia del trabajo artístico o la inclusión de personal técnico en la definición de espectáculo público. Falta por incluir una medida aprobada la semana pasada, con mejoras en la representatividad sindical, y lo que pueda implicar la ley de Enseñanzas Artísticas. Y, por supuesto, falta lo mucho que queda por hacer: todo lo que tiene que ver con el Ministerio de Hacienda, sin duda el menos receptivo a las demandas de Cultura, y otras como el reconocimiento de las enfermedades profesionales o la transición profesional.

En el acto estuvo presente Carmen Páez, subsecretaria de Cultura, quien reconoció que el ministerio aquí se limita a la «traducción» y coordinación de los trabajos. «La labor del Ministerio de Cultura es hacer de intérprete entre los ministerios más económicos y el sector cultural, porque los lenguajes son distintos», dijo en el coloquio celebrado durante la presentación. «El Ministerio de Cultura no tiene competencias normativas ni en seguridad social, ni en trabajo, ni en fiscalidad, ni en educación, pero está detrás de todas las normas para impulsarlas, ir haciendo la traducción, modulándolas y haciendo hincapié en aquellas cuestiones que el sector nos traslada». ¿Cuál el estado de la situación actual? «Que hay que trabajar», respondió. Desde el público intervino la abogada Eva Moraga, que ha trabajado en la elaboración del Estatuto del Artista, para desmentir los discursos de los ministros: «Las medidas aprobadas suponen un 30 por ciento, y no un 70 por ciento, como dice el 'semáforo' del ministerio».