La demora de Uribes con el Estatuto del Artista irrita a la oposición

El ministro se ha limitado en sus últimas intervenciones parlamentarias a informar de que se hará de «forma dinámica y progresiva», y hace unos días anunció la creación «en las próximas semanas» de una comisión para trabajar con otros ministerios el desarrollo del Estatuto. Según ha informado el Ministerio a ABC, Uribes ha enviado las cartas a los correspondientes ministerios para la próxima constitución de la comisión. La primera vez que el ministro habló de convocar la mesa interministerial fue en diciembre, como advierte Sol Cruz-Guzmán , portavoz del PP en la Comisión de Cultura: «Una cosa es ser lento y otra es no llevar a cabo estas medidas».

«La situación económica es muy complicada. Algunas de estas medidas ayudarían a un sector muy afectado por las restricciones de público del Covid», señala el PP. El cierre del primer confinamiento y las posteriores limitaciones de aforos se han traducido en millonarias pérdidas económicas de una industria que supone más del tres por ciento del PIB de España. Las pérdidas del sector de la música en vivo se estiman en 1.200 millones de euros, en teatro el Inaem ha registrado una caída del 64,25 por ciento y los museos españoles sufrieron un desplome del 70 por ciento de visitantes en 2020.

Guillermo Díaz , portavoz de Cultura de Ciudadanos, participó en el grupo de trabajo que aprobó el Estatuto del Artista por consenso en 2018: «Las convocatorias electorales y los intereses partidistas han volado por los aires la posibilidad de haber hecho esto rápido y bien. Hubo decenas de comparecencias con profesionales de cada sector, escuchamos a todos y tomamos nota de sus reclamaciones. Uribes está siendo muy lento en la incorporación de las reformas. Hace falta una voluntad más clara: las medidas ya están acordadas».

De las más de setenta iniciativas consensuadas, el Gobierno, antes con Guirao y ahora con Uribes, ha aprobado medidas relacionadas con las pensiones, ayudas por desempleo, incentivos fiscales y por mecenazgo para la creación artística o la compatibilidad de la pensión de jubilación y los derechos de autor. Uribes también suele referirse al decreto que en mayo de 2020 inyectó 90 millones de euros al sector para hacer frente a la crisis del coronavirus. Pero, como el propio ministro reconoce, es urgente «avanzar en todo lo que tiene que ver con lo fiscal, con lo social, con lo laboral o con las formaciones en el ámbito cultural».

Uribes insiste en que el desarrollo del Estatuto del Artista «es algo presente, está produciéndose», pero en el plan de recuperación de la pandemia elaborado por el Ministerio se indica que 2022 será la fecha de inicio del procedimiento normativo. El PNV, molesto con la parsimonia de Cultura, registró el pasado viernes una Proposición No de Ley en la que reclama la aprobación del Estatuto del Artista en un plazo máximo de tres meses. Para Joseba Andoni Agirretxea, portavoz del PNV en la Comisión de Cultura, «ir cubriendo lagunas no es suficiente».

Los jeltzales entienden que la legislación actual no cubre las necesidades de un sector que necesita un «traje a medida» porque el trabajo de los artistas que solo facturan por el día de función o concierto y no por los ensayos, como es el caso de muchos profesionales, es «temporalmente extraño». Según Agirretxea, «el sector necesita el Estatuto del Artista como agua de mayo, y más ahora en pandemia». Desde ERC, el portavoz Joan Margall cree que se ha perdido media legislatura. «Hay una mayoría muy amplia de diputados que están a favor. Si no es una realidad es porque el Gobierno no quiere o no sabe o le da pereza. Las medidas aprobadas han sido pocas».

Desde Podemos, Sofía Castañón , portavoz adjunta de la Comisión de Cultura, urge también a Uribes a aprobar el Estatuto del Artista y ampliarlo además con las aportaciones de las mesas sectoriales: «No puede seguir postergándose, porque hablamos de la posibilidad de trabajar y de vivir de muchísimas familias, de un sector que aporta un 3,2 por ciento del PIB y que demanda dignidad, derechos laborales y futuro».