El PP se enreda con la guerra cultural de Vox
Artistas y asociaciones lanzan una campaña contra las cancelaciones de obras en varios pueblos; la última, una de Xavier Bobés y Alberto Conejero en Briviesca
Sémper (PP) reafirma su compromiso con la libertad de expresión e iguala lo ocurrido con las cancelaciones 'woke': «Es inadmisible la hipocresía de los nuevos censores»
El PP entrega Cultura a Vox pero se guarda competencias clave en los pactos del 28M
Madrid
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Iniciar sesiónNo han pasado tres semanas desde la constitución de los nuevos ayuntamientos y el Partido Popular ya se ha enredado en la guerra cultural de Vox. La cancelación esta semana de una obra dirigida por Xavier Bobés y Alberto Conejero en Briviesca (Burgos, 6. ... 675 habitantes), unida a otras ocurridas anteriormente en otras localidades españolas, provocó este miércoles una campaña en redes sociales a la que se adhirieron todo tipo de asociaciones y artistas exigiendo la protección de los «derechos fundamentales» de los creadores porque «sin cultura no hay democracia». El ministro de Cultura, el socialista Miquel Iceta, por supuesto se sumó a esta iniciativa porque «la cultura está reñida con la censura», y como él la SGAE, la Unión de Actores y Actrices, la Red Española de Teatros...
Todos se encargaron de difundir a lo largo del día un texto compartido horas antes para protestar contra «las cancelaciones de espectáculos y actuaciones musicales en todo el Estado, motivadas únicamente por criterios partidistas y políticos». Ese texto de protesta, redactado en todas las lenguas cooficiales del Estado, decía lo siguiente: «Las y los profesionales del mundo de la cultura queremos denunciar el retorno de la censura que está atentando contra la libertad de expresión, un derecho consolidado social y democráticamente en nuestra Constitución. Exigimos la protección de nuestros derechos fundamentales porque sin cultura no hay democracia».
¡Ayer, hoy, siempre! Sin CULTURA no hay democracia #STOPCENSURA pic.twitter.com/arcrRoCX79
— Miquel Iceta Llorens /❤️ (@miqueliceta) July 5, 2023
El portavoz de campaña y vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, se vio obligado a difundir una nota de prensa en la que reafirmó su «compromiso con la libertad de creación, de expresión y la no injerencia de los políticos y la cultura ni en el arte». El principio irrenunciable del PP en la propuesta cultural es la libertad de expresión, dijo: «Y, por tanto, siempre rechazaremos de manera tajante todas las nuevas clerecías que quieran limitar, desde el poder, la libertad artística, decirnos qué pensar, qué arte disfrutar o cómo vivir». En ese comunicado, Sémper igualó lo ocurrido estos días con las cancelaciones de figuras como J. K. Rowling o Woody Allen: «Es inadmisible la hipocresía de los nuevos censores, que llevan años cancelando películas, libros infantiles o clásicos que forman parte de nuestra historia cultural, pero ahora se echan las manos a la cabeza por electoralismo».
En las últimas semanas, el PP ha sido cuestionado por unas declaraciones que hizo su candidato a las elecciones generales del 23 de julio, Alberto Núñez Feijóo, sugiriendo que integraría Cultura en el Ministerio de Educación. La semana pasada, en un acto sectorial de políticas culturales, el líder popular garantizó que si llega a La Moncloa habrá un Ministerio de Cultura fuerte, con competencias plenas, pero los 24 días que pasaron entre las primeras declaraciones y ese acto se le hicieron muy largas al PP. Sobre todo porque entre medias los populares firmaron varios acuerdos de Gobierno con Vox en los que entregaron las competencias de Cultura a los de Abascal.
En la Comunidad Valenciana, Vox consiguió la vicepresidencia con competencias en Cultura. Vox se ha hecho también con esta cartera en cuatro de las cinco capitales de provincia en las que apoyan a alcaldes del PP: Burgos, Valladolid, Guadalajara y Ciudad Real. De poco le está sirviendo a los populares haber arañado contenido sensible, como la ceremonia de los Goya y la Semana Internacional de Cine (Seminci) en Valladolid o el control de Patrimonio o el Palau de la Música en la Comunidad Valenciana; los primeros incendios están teniendo lugar en pequeños municipios de la geografía española.
Borja Sémper, portavoz de Cultura del PP, reafirma su compromiso con «la libertad de expresión y la no injerencia política»
El último de ellos, el que ha desatado la campaña de protesta, ocurrió en la localidad burgalesa de Briviesca, tras conocerse que el alcalde popular había cancelado la obra 'El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca', cuyo anuncio estaba previsto para el 15 de julio. La obra narra la historia de un profesor republicano de ese pueblo que prometió a sus alumnos llevarles a ver el mar en Cataluña en el verano de 1936, en plena Guerra Civil. Ese maestro no pudo cumplir la promesa porque fue fusilado. El alcalde de Briviesca, en una nota de prensa, negó que la cancelación fuera por temas ideológicos. La atribuyó a motivos de seguridad, técnicos y económicos.
Alberto Conejero, coautor y codirector de la pieza, desmintió esta versión. En una conversación con ABC, explicó que ya en marzo-abril acordaron con el Ayuntamiento la programación de la obra, que fue cancelada a dos semanas de su estreno de manera unilateral. El dramaturgo y poeta señaló además que estaba previsto que la recaudación de la taquilla fuera a parar a una asociación benéfica. Conejero ha presentado esta semana el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, donde gobierna el PP. «He tenido mucha libertad, sin ningún tipo de injerencia», explicó, pero lamentó que lo ocurrido en Briviesca le haya obligado a levantar la voz, para exigir el respeto a la libertad de expresión y el acceso a la cultura.
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Antes que el caso de Briviesca, fue también sonado el veto a 'Orlando', de Virginia Woolf, en Valdemorillo (Madrid, 12.280 habitantes). La obra la protagoniza un joven aristócrata que mantiene la ambigüedad sobre su identidad de género. La compañía que produce la obra acusó a la concejal de Cultura del pueblo madrileño, de Vox, de vetar y censurar su trabajo. El alcalde, del PP, ha negado que esto haya sido así. En Santa Cruz de Bezana (Cantabria, 13.700 habitantes), donde también Vox ha asumido Cultura, han cancelado de la programación veraniega la película infantil 'Lightyear', donde sale un beso entre dos mujeres. En Mallorca hubo otra denuncia por la cancelación de una obra sobre los trastornos alimentarios y en Murcia saltó la polémica porque un policía paralizó un concierto de Rocío Saiz por enseñar los pechos.
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