Amaral: «La Reina Letizia es supercool»

Para empezar, su sonadísima actuación en Benidorm Fest, tan poderosa que se viralizó la petición de que sean ellos, y no Melody, quien nos represente en Eurovisión. «Sí, nos lo han dicho muchas veces por redes», asiente el guitarrista. «Tenemos que dar las gracias, pero también decirles que no tenemos tiempo para ello porque es mucho trabajo. Una de las experiencias de tocar allí en el en el Benidorm Fest, es que hemos descubierto cómo se llevan preparando mucho tiempo los concursantes y todo el trabajo escénico que hay. Y claro, nosotros nos pasamos la vida viajando, tocando en directo y grabando. Por eso no podemos sacar el tiempo necesario para representar al país dignamente». «Yo creo que Melody lo va a hacer estupendamente», añade su compañera. «Claro que sí -replica Aguirre-, fue una experiencia muy bonita que Benidorm Fest nos abrirá las puertas para presentar una canción nueva, así que mil gracias y todos los mensajes de de cariño y de «yo he votado por Amaral». Pues muchas gracias, pero podéis votar a cualquier cosa menos Amaral, esa pantalla está bloqueada».

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Una de las cosas más importantes que les ha pasado a Eva y Juan en estos seis años es que se ha reconocido su trayectoria con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, un hito que ha inspirado la mencionada 'Tal y como soy'. «Sí, lo que quiere expresar esa canción es sobre todo la estupefacción de que se la den a un grupo como el nuestro, que todavía es muy joven para recibir una medalla como esa porque solamente tenemos nueve discos», explica Aguirre. «Cuando nos avisaron, pues sí que causó esa estupefacción, y ese sentimiento fue el que originó el principio de la canción. En la entrega de la medalla conocimos a la Reina Letizia y estuvimos charlando con ella. Nos pareció una persona supercool, superprofesional y muy, muy cariñosa».

Que un grupo como Amaral, con treinta años de trayectoria y sin el que no se puede entender el pop español del siglo XXI, se sorprenda tanto por este reconocimiento, tiene que tener que ver con que aún no han superado el síndrome del impostor que acecha a casi todo artista que se hace famoso. «Yo creo que sí», asiente Eva. «Eso nunca te lo quitas de encima, en mi caso por lo menos. El otro día Juan hablaba en una entrevista de que se siente músico, y por supuesto lo es…». «Y tú también», interrumpe Juan. «Sí, sí, yo también, pero en algunos momentos he sentido que no lo era, o al menos no completamente, y eso tiene que ver con el síndrome del impostor».

Mientras ella se confiesa, su compañero escucha con cara de impaciencia y de querer volver a interrumpir para echarle un cable. «Eva, tú eres música y mucho más. Eres creativa en las artes visuales, cuando te conocí estudiabas escultura, tienes un talento visual y performático del que yo carezco… Yo no tengo tiempo para nada más que mi guitarra, mis pedales y un poquito los teclados. Pero además de canciones, Eva podría hacer películas si quisiera, pintar cuadros…», dice Juan mientras ella hace gestos de exageración. «Oye, no me hagas aspavientos… que vamos a parecer Liam y Noel, discutiendo todo el rato», protesta el guitarrista entre las carcajadas de su socia.