«Ver a los Rolling Stones es un sueño cumplido»

En los prolegómenos del concierto, el ambiente es diverso, tendente a la veteranía, o de treinta y muchos para muy hacia adelante, siendo extremadamente benévolos, en este estudio sociológico de ojo a buen cubero en donde se escucha también bastante acento sudamericano e idiomas extranjeros. Pero, sobre todo, hay muchas ganas de jarana rockera. Se echaban de menos los conciertos gigantes, nos cuentan.

«¡Agua, Coca-Cola, cerveza, whisky, ginebra!», gritan desde un puestecillo a los asistentes al 'show', muchos ya con su birra para hacer la refrescante previa alcohólica mientras esperan en las largas colas al sol para entrar al estadio. Otros en el parking hacen alguna cosilla ilegal incluso... policía rondando. ¿Habían visto ya en directo a los Rolling? «Esta es la tercera vez, la primera en Barcelona en la gira del 40 aniversario, luego en Madrid y hoy de nuevo en el Wanda», nos contestan Fran y Álex , en bonita unión de rock y amistad que dura ya 20 años. ¿Creen que puede ser su último concierto en España? «Creemos que sí, por eso hemos venido». La camiseta de la lengua, uniforme oficial, la llevan, como Belcebú manda.

Luego nos encontramos con Wima y Wim , entrañable vieja escuela arribada desde Holanda, que han venido al primer concierto de la gira del sesenta aniversario del grupo ataviado él con una bonita camiseta que mezcla el Camino de Santiago y la sempiterna lengua de sus Majestades Satánicas. «Sin dolor no hay gloria», reza la prenda. Wima ha visto ya a los Rolling seis veces, y Wim solo 50, nada menos, la primera vez en el año 73. Están muy convencidos de que es la última gira de su grupo favorito. Y por eso la van a estrujar.

El veterano Pedro solo es la segunda vez que ve a Jagger, Richards y compañía . ¿Hay ganas? «Muchas». ¿Por edad crees que darán el tipo en el escenario? «Yo creo que aguantarán, sí», responde muy confiado. También aparecen por los aledaños unos adolescentes, a los que les pregunto esperanzado. Pero no, no van al concierto. Vaya. Laura y Juan , por su parte, es la primera vez que van a ver a la banda británica. Las compraron de casualidad, les gustan algunas canciones y poco más. No obstante, llevan también sus camisetas de los Rolling para la ocasión.

Una ocasión que la pintaban calva, debió pensar el 'jovenzolano' Vicente Mellado , que a sus 33 años viene desde Sevilla, tatuaje de guitarra en el brazo, para ver a los Rolling por primera vez. «Es un sueño cumplido». ¿Por qué no antes? «Pues por circunstancias. O no venían, o no tenía dinero... Me he venido solo y aquí tengo un primo que también viene». Veremos si es la última gira o no, pero Mellado podrá decir que ha hecho 'check' asistiendo al concierto de uno de los grupos indiscutiblemente más grandes de la historia. Y eso no ocurre todos los días. Igual nunca más.