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Paul McCartney se inspiró en un Picasso para hacer una canción para Kanye West

El músico británico revela en una entrevista que tras la ruptura de The Beatles cayó en la depresión y la bebida

Paul McCartney AFP

LUIS VENTOSO

Paul McCartney , que el próximo mes cumplirá 74 años y el 2 de junio actuará en el Calderón , ha concedido una extensa entrevista a BBC Radio 4 en sus estudios del centro de Londres, que se emitirá el próximo sábado pero ya se puede ver íntegra en su web . Sir Paul responde a preguntas de cien espectadores, entre los que se encuentran los actores Brad Pitt y Martin Freeman (el protagonista de «El Hobbit») y los músicos Paul Weller y Noel Gallagher , ex líder de Oasis. McCartney confiesa que tras la separación de los Beatles en 1970 sucumbió a la depresión, abusó de la bebida y estuvo a punto de dejar la música, peor su mujer, Linda, lo ayudó a salir de pozo.

«Era muy difícil saber por dónde seguir tras The Beatles . Sí, en aquel tiempo estaba deprimido –confiesa al presentador John Wilson- y tú también lo estarías. Estaba rompiendo con mis amigos de toda la vida, siempre había estado en The Beatles». Explica que en los días finales de la banda había una enorme presión por su vertiente económica, «con reuniones de negocios muy pesadas». Los otros tres Beatles impusieron la entrada del manager-tiburón Allen Klein para poner orden en su compañía de discos y cine, Apple, un agujero sin fondo. Lo hicieron contra el criterio de McCartney, a quien el tiempo dio la razón, pues Klein abusó del grupo y se llevó porcentajes excesivos de los beneficios de su obra, con pleitos posteriores encarnizados para recuperar sus derechos. Con sarcasmo irónico, Sir Paul se refiere al manager en la entrevista como «un hombre encantador llamado Allen Klein, realmente adorable».

Detalla que su decisión de mudarse a vivir a su granja de Escocia tras la separación fue en parte para librarse de la presión de la parte económica, pero no funcionó del todo. «Al principio estuvo bien. Pero luego… No sabía realmente ni si seguir en la música. Estaba tan deprimido. Empecé a tomar una copita y fue estupendo. Pero luego no estuve en un buen momento. Fui demasiado lejos».

Cuenta que fue su mujer Linda Eastman , vástago de la familia dueña de la Kodak, malograda por un cáncer en 1998, quién le dijo «tienes que salir de esto». Ella le dio la idea de fundar un nuevo grupo, The Wings . «Me gustó la idea de volver a una banda, de regresar al punto de partida», evoca McCartney, que explica que desdeñó hacer un súper-grupo, con gente como «Jimmy Page y así». Confiesa que esa apuesta por un cierto amateurismo tuvo un precio musical: «Éramos terribles. No éramos un buen grupo. La gente decía: ‘Linda no sabe tocar los teclados’. Y era cierto. Pero bueno, John tampoco podía tocar la guitarra cuando empezamos, estaba con el banjo…».

McCartney evoca el drástico salto que le supuso pasar del inmenso Shea Stadium de Nueva York, con el cártel de no hay billetes en sus 60.000 localidades con The Beatles , a tocar en los primeros tientos de Wings por universidades y salones municipales. Reconoce divertido que alguna vez Linda se quedaba en blanco tras pronunciar él la cuenta «un, dos, tres» de arranque de una canción. Ella, novata total, ni se daba cuenta de que había que empezar a tocar.

Su colaboración con Kanye West

McCartney comenta también de su reciente colaboración con Kanye West y Rihanna . Del rey del hip hop -y marido de Kim Kardashian - destaca que es una persona muy creativa, que «aporta un montón de material» y que le resultó estimulante. Sobre cómo colaboraron, revela que más que componer, charlaban mientras McCartney tenía su guitarra en la mano e iba bosquejando acordes. Todo se grababa en un iPhone y luego West le dio la vuelta en el estudio, para sorpresa del beatle cuando escuchó los resultados.

Paul McCartney besa a Rihanna, en presencia de Kanye West REUTERS

Una de las historias que le contó a Kayne West fue como cuando nació su hija Mary, en el hospital estaba el cuadro «El viejo guitarrista ciego», de Picasso , de 1903. Sir Paul relata que le gustó la obra y se fijó en la posición de la mano del músico de la pintura sobre los trastes de la guitarra. Utilizaba solo dos dedos, así que él mismo decidió intentar escribir una canción con esa limitación. Al evocar aquella vivencia, lo tocó con la guitarra para ponerle un ejemplo a West, que lo aprovechó distorsionando el riff en su canción de colaboración, «All Day» .

Cuándo le hacen la pregunta tópica de cuál es su canción favorita de las que compuso responde que «Here, there and everywhere» , porque «tal vez es la más completa», y su obra más versioneada, «Yesterday», porque «me vino en un sueño». Pero con buen humor y entre risas del público añade con voz rocanrolera que «cualquier otro día puedo decir que mi favorita es ‘Why don’t we do it in the road?’».

Su relación con John Lennon

Sobre su relación con Lennon , pésima tras la ruptura, asegura que mejoró poco antes de su asesinato en 1980. Lo llamaba de cuando en vez y hablaban, aunque «solo de los niños o de cómo hornear pan». Con todo, se nota que McCartney sigue enganchado de sus vivencias juveniles con los primeros Beatles. Los mejores -o más bonitos- momentos de la entrevista son cuando evoca sus días de amistad incipiente con Lennon en Liverpool, o los viajes en la furgoneta con Ringo, George y John en los inicios. En concreto rescata un accidente en la ruta nevada entre Liverpool y Londres en pleno invierno y cómo los rescató un camión.

Noel Gallagher le hace la pregunta más simpática: «Sir Paul, hace dos días estuve con tus hijas Mary y Stella [la célebre diseñadora]. Les dije que tenía que hacerte una pregunta y no sabía cuál, y me pidieron que te preguntase cuál de ellas dos es tu hija favorita?». McCartney echa balones fuera, como es lógico: «Las dos son fantásticas…». Pero Noel lo corta entre risas generales: «Stella dijo que ibas a decir Mary. Y Mary estuvo de acuerdo».

McCartney , al que el tiempo ha confirmado como el mayor impulso creativo tras The Beatles , elegantemente vestido con su corbata estrecha, con ese pelazo un poco Camilo Sesto que chamusca un poco su estupendo otoño, va tocando trozos de canciones a la guitarra y el piano durante la entrevista. Se vislumbra su inmensa facilidad y talento para la música. Pero la voz -es ley de vida-, ya raspa un poquillo. Los 73 siempre son 73, por bien que se lleven. Pero aquí, afortunadamente, ya no se va nadie.

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