«Brokeback Mountain», la tragedia del amor prohibido
El Teatro Real acoge el martes el estreno mundial de la ópera inspirada en el relato de Annie Proulx, que Ang Lee llevó al cine
susana gaviña
Enero y febrero son los meses del amor en el Teatro Real. El amor imposible de «Tristán e Isolda», ilustrado visualmente por el videoartista Bill Viola; y el amor prohibido de «Brokeback Mountain» , que se estrenará este martes bajo una gran expectación mediática.
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Ópera de nuevo cuño, está inspirada en el relato homónimo de Annie Proulx que dio pie a la oscarizada película de Ang Lee. Publicada la historia en «The New Yorker», y tras ver la película, Charles Wuorinen pensó que «había buen material para una ópera e inmediatamente me lei el relato original». Gerard Mortier, entonces vinculado con la Ópera de la Ciudad de Nueva York, recogió el guante y le encargó una nueva partitura al compositor estadounidense, uno de los más reconocidos y prolíficos de su país, con más de 260 obras en su catálogo, que incluye la ópera, «Haroun and the Sea of Stories», sobre un texto de Salman Rushdie.
Muy diferente a la película
Durante la composición, Wourinen ha colaborado muy de cerca con Proulx, responsable también del libreto, «que desarrolla y profundiza más en la historia. Realmente la ópera no tiene mucho que ver con la película. Es como una nueva versión», asegura el compositor. Una de las diferencias es el tono sentimental que se aprecia en el filme, «que es trágico pero mucho más suave que la ópera, que está más condensada y enfocada en la tragedia».
«El paisaje es peligroso pero al mismo tiempo representa la libertad para Ennis y Jack»
Wourinen pasó unos días junto a la libretista en Wyoming, escenario de la historia del amor prohibido de dos vaqueros, Ennis (Daniel Okulitc) y Jack (Tom Randle), que viven con miedo e incertidumbre un sentimiento contra el que luchan durante dos décadas. La montañas de Wyoming se convierten en la ópera en un personaje más: «Esta es otra gran diferencia con la película, donde el paisaje es muy bello, acogedor... cuando en realidad es impresionante, magnífico pero también muy peligroso y mortal. Es un lugar donde la gente puede encontrar la muerte con mucha facilidad y el clima es amenazante... Pero en la ópera, las montañas representan no solo el peligro, sino también la libertad, la vida y un lugar donde ellos se encuentran a salvo. Resulta una paradoja».
En cuanto a cómo ha representado este personaje a lo largo de la obra, Wuorinen confiesa que le cuesta hablar sobre su música, «que no es programática. Yo cuento la historia siguiendo las palabras con mi música, que evoca aspectos más profundos, simbólicos, características más generales». El compositor ha adjudicado a cada personaje una tonalidad, Sí natural y Do sostenido para la pareja protagonista, y una tercera nota intermedia, un Do grave, para ese paisaje amenazante.
Influencias de Schoenberg y Stravinsky
Wuorinen: «Schoenberg y Stravinsky pueden ser mis abuelos, pero no mi padres musicales»
Alejado de las principales corrientes estadounidenses, como el minimalismo, Wourinen reconoce la influencia en su obra de compositores europeos como Schoenberg y Stravinsky «que pueden ser mis abuelos pero no mis padres musicales». Moisés y Aarón, del primero, parece que le ha servido de referencia en el tratamiento de Ennis y Jack. «Éste último es un hombre más normal, capaz de interactuar con la gente. En cuanto a Ennis, al principio es incapaz de articular una palabra, algo que va mejorando con los años pero no significa que se acepte a sí mismo, ni esta relación, se resiste a ello. Esto es algo que sucede cuando la gente es víctima de tragedias que duran a lo largo de los años y están rodeados por una sociedad que prohibe este tipo de relaciones. Cuando Ennis finalmente se acepta a sí mismo y su propia naturaleza, ya es demasiado tarde. Ahí está la tragedia. En cuanto a Moisés y Aarón, es una de mis obras favoritas. El personaje de Moisés es similar a Ennis, pues no puede hablar y utiliza a su hermano para hacerlo. De cualquier manera, no se trata de una similitud musical».
Además de un coro de unas veinte voces («solo actúa un par de minutos, como la muchedumbre que les amenaza»), para compensar la fuerte presencia masculina se han incluido en la obra los personajes de Alma y Lureen, esposas de Ennis y Jack. «Su voz da cierta luminosidad a esa parte oscura que aportan los hombres. Y representan, además, el contrapeso armónico de la ópera».
Un planteamiento escénico imaginativo
El desarrollo escénico de «Brokeback Mountain», que se distribuye en dos actos, con once escenas cada uno, le ha correspondido al director belga Ivo van Hove. «Su propuesta me parece muy imaginativa -indica-. La descripción del libreto no la resuelve de manera literal. Por ejemplo, al principio coloca dos tiendas de campaña a dos niveles distintos, es algo simbólico». Y destaca el final, «cuyo planteamiento es muy sencillo pero muy emotivo».
«El final de la ópera propuesto por Ivo van Hove es sencillo pero muy emotivo»
En cuanto a la plantilla de la orquesta, «es un poco más reducida a la de una formacion sinfónica, con una instrumentación habitual aunque con una mayor presencia de la percusión». Sobre la dificultad de su música para el oyente, se ríe: «No lo sé, realmente. Lo importante para mí es ser directo a la hora de contar una historia».
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