Muere José María Carrascal a los 92 años, una leyenda del periodismo

Su rostro se hizo popular en los hogares españoles en la década de los años 90 por su peculiar estilo como presentador de los informativos de Antena 3, en unos años en los que las televisiones privadas se empeñaron en arrebatarle el monopolio a la televisión española. Para ello abandonó su corresponsalía en Estados Unidos, para disgusto de su mujer, pero de allí se trajo fórmulas que hasta la fecha no se habían abordado, como la introducción de editoriales en los informativos. A pesar de todo, él nunca se consideró un hombre de televisión. «A mí lo que me gusta es escribir», decía.

El premio Luca de Tena del 2021 reconoció precisamente esta trayectoria como escritor en periódicos, lo que lo convirtió en uno de los periodistas en sumar ese galardón al Cavia, el más prestigioso de la prensa española. El Cavia se lo dieron en 1986, después de entrevistar a Ronald Reagan, entonces presidente de Estados Unidos, que se publicó en estas páginas. Carrascal guardaba como oro en paño la carta que Reagan le envió cuando se enteró del premio. Además, contó la llegada del hombre a la Luna en 1969. Así lo recordó en este periódico.

Antes de establecerse en Estados Unidos, trabajó en Alemania como corresponsal. Desde allí, en 1958, escribió su primera colaboración en ABC. En Berlín escribió para 'Pueblo' y 'Diario de Barcelona'. En 1966 se estableció en Nueva York, desde donde escribió para este periódico y colaboró con algunas radios. Con estos destinos, Carrascal siempre prestó especial atención a la alta política, pero las que más le interesaban eran las historias corrientes. El veterano reportero recordaba que uno de sus artículos populares era sobre el uso que hacían en Alemania de lo que hoy conocemos como nórdico, en contraposición con la manta española. «Eso lo aprendí de Camba. Un corresponsal debe desenredar el lío que arman los políticos, pero también debe hablar de las peculiaridades del lugar en el que está».

Carrascal también se desempeñó con éxito en el ámbito editorial. En 1972 ganó el prestigioso premio Nadal por la novela 'Groovy'. La protagonista es una joven que llega a Nueva York dispuesta a unirse a una comuna hippie y a los pocos días se ve involucrada en un asesinato «Siempre me he considerado escritor, pero me he dado cuenta de que soy periodista», resumía, ya en los últimos años de su vida. Ha publicado también títulos sobre actualidad política, desde el felipismo a los años de Aznar, sobre el conflicto de Gibraltar o memorias sobre su trayectoria periodística.

Carrascal se despide de este mundo después de 65 años entregado al periodismo. Sus restos permanecerán en la Sala 1 del Tanatorio de San Isidro este sábado desde las 12 horas.