El ladrón septuagenario y la guerra de pujas, el irresistible poder de atracción de los zapatos de Judy Garland

La venta comenzó con 1,55 millones. Poco después, se desencadenó una guerra en la que, en apenas minutos, los zapatos fueron escalando cifras astronómicas, como si recrearan el paseo por el camino de baldosas amarillas. Cuando alcanzaron su precio final, la sala de subastas estalló en aplausos, de acuerdo con Heritage Auctions.

Más allá de su brillo, los zapatos se han convertido en un emblema de la época dorada de Hollywood. Diseñados por Gilbert Adrian, jefe de vestuario de MGM Studios, representan un momento clave en la transición del cine hacia el espectáculo en Technicolor. Cambiadas del plateado original del libro de L. Frank Baum a un llamativo rojo, las zapatillas no solo se convirtieron en un icono visual, sino también en el objeto que guió a Dorothy (y al público) por el mágico camino amarillo hacia Oz.

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Se conoce que sobrevivieron a la producción al menos cuatro pares, pero es el que acaba de subastarse el que tiene un pasado tan fascinante como la película que ayudaron a inmortalizar. Fue robado en 2005 del Museo Judy Garland en Minnesota, sumiendo a los coleccionistas y a las autoridades en un misterio que duró 13 años.

En 2018, tras una operación encubierta del FBI en Mineápolis, las zapatillas fueron recuperadas y autentificadas gracias a un análisis forense que las identificó como las utilizadas en varias escenas icónicas del filme, incluyendo el momento en que Dorothy golpea los talones para volver a Kansas. Su autenticidad fue confirmada también al compararlas con el par que visitan millones de personas en el museo Smithsonian y del que estas zapatillas son un «gemelo cruzado», con coincidencias exactas en los números de fabricación.

Las zapatillas fueron devueltas a principios de año a su legítimo propietario, Michael Shaw. Terry Martin y Jerry Hal Saliterman, ambos de más de 70 años, fueron acusados ​​por separado del robo. Martin se declaró culpable en 2023, y confesó que había robado las zapatillas porque quería dar 'un último golpe'. Saliterman, que fue acusado en 2024, mantiene su inocencia.

Otros de los pares usados en el filme han sido subastados anteriormente, pero ninguno se vendió por una suma tan elevada. En 2000, se subastó uno por 666.000 dólares, según el comunicado. Doce años después, Steven Spielberg y Leonardo DiCaprio lo compraron por dos millones de dólares para donarlo al Museo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Los Ángeles.

La subasta, realizada por Heritage Auctions, no solo consagró a los zapatos de rubí como el «Santo Grial» de la memorabilia cinematográfica, sino que también rompió otros récords históricos. Además de las zapatillas, la colección incluyó otros objetos de 'El mago de Oz', como el sombrero negro de la Bruja Malvada del Oeste, vendido por 2,9 millones, y otros artículos relacionados con Garland.

Con este récord, los zapatos de rubí no solo consolidan su estatus como una joya de la historia del cine, sino que también reafirman el valor cultural y emocional del arte cinematográfico. Más allá de las cifras, estas zapatillas siguen siendo un poderoso símbolo de esperanza, nostalgia y la magia del cine.