John Le Carré, un agente secreto al otro lado del buzón de correos
Se publica 'Un espía privado: las cartas de John Le Carré', donde se recoge el legado epistolar del autor
Hay correspondencia con políticos, cineastas, escritores... y sus dos mujeres: «Escribe de un modo íntimo y libre»
El lado más íntimo de John le Carré, al descubierto

El 12 de diciembre de 2020, David John Moore Cornwell exhalaba, en la localidad inglesa de Cornualles, su último aliento, a los 89 años. Detrás de sí dejaba una carrera como escritor de novelas de espionaje aclamadas en todo el mundo bajo el seudónimo ... de John Le Carré. Pero su obra no murió con él. Su libro póstumo, 'Proyecto Silverview', se publicó hace justo dos años, coincidiendo con el que habría sido su 90 cumpleaños, un thriller polémico y una denuncia sobre la corrupción en los círculos de poder que aunque fue escrito en 2014, estaba «completo pero no terminado», según explicó entonces a ABC su hijo Nick Cornwell, que se puso entonces manos a la obra para cumplir con la promesa que le había hecho a su padre de acabarlo si él moría. Y así fue. Completó la tarea en pleno duelo, una coincidencia que luego se repetiría, en cierto modo…
Y es que después le tocó el turno a otro de los cuatro hermanos, Tim, para completar una misión harto más difícil: la de construir, con cantidades ingentes de cartas, un libro epistolar, 'Un espía privado: las cartas de John Le Carré', que hoy publica la editorial Planeta. Según explicó Nick a ABC en una entrevista, el proceso de creación de la obra «fue extraordinario. Tim estuvo trabajando en las cartas poco después de la muerte de nuestro padre. Y se sumergió en ellas… «Honestamente, me sentí muy aliviado cuando él quiso hacerlo, porque yo no tuve el coraje, simplemente, no podría haberme sumergido en esta enorme cantidad de correspondencia. ¡Es que había que verlo físicamente para comprender lo enorme que era ese trabajo! Eran cajas y cajas y cajas y cajas», detalla.
«Inmersión profunda»
Es Nick quien hace de portavoz, y no Tim, porque este falleció de forma repentina en mayo de 2022, poco antes de ver publicada esta obra que «creo que fue un muy buen viaje para él hacia su padre. Una inmersión profunda. Y verlo fue muy conmovedor, porque era muy obvio lo mucho que se querían», dice Nick, que al leer las cartas, «particularmente las primeras, cuando mi padre era muy joven, escucho la cadencia de su voz y el tipo de vulnerabilidad emocional que, para mí, siempre fue una característica muy fuerte en él. Lo escucho claramente. Y, sin embargo, al mismo tiempo, el niño que era no es alguien a quien haya conocido, y hay muchas cosas en él que son diferentes y extrañas. Es un proceso muy inquietante y muy hermoso. Y no puedo imaginar cómo debe haber sido para Tim estar inmerso en ello».
'Un espía privado'

- Edición Tim Cornwell
- Editorial Planeta
- Precio 23,90 euros
- Número de páginas 712
'Un espía privado' reúne 309 cartas escritas por John Le Carré entre 1945 y 2020, dirigidas a más de 140 destinatarios distintos, entre quienes están sus dos esposas, Ann Sharpe, a la que conoció en St. Moritz en 1950, y Jane Eustace, colaboradora indispensable de su marido, que murió dos meses después que él, en febrero de 2021, y que se encontró por primera vez con el escritor en un acto literario celebrado en Birmingham en 1968. Pero también interactúa con lectores, familiares, editores, cineastas y actores; y con políticos y figuras públicas, como Margaret Thatcher, Graham Greene, William Burroughs, John Cheever, John Banville, Stephen Fry, Hugh Laurie o Philip Roth. «Tim encontró una especie de línea narrativa a través de esta vida contada en las cartas que era hermosa, y para mí, muy satisfactoria» y que deja entrever un retrato «de nuestro padre, que era extraño, maravilloso, creativo, amable, difícil y entretenido». «¿Que si las cartas lo capturan perfectamente? Casi, aunque todavía se está escondiendo un poco», dice Nick, con una sonrisa.



«Estudioso de la literatura francesa y, sobre todo, alemana, supo desde el principio que sus cartas serían atesoradas, archivadas, publicadas seguramente, mal utilizadas, mal citadas o comercializadas. Hay cartas en este libro en las que David Cornwell escribe de un modo íntimo y libre; pero en otras es John le Carré quien deja su legado para la posteridad, además de divertirse un poco en lo literario», explica por su parte Tim en el texto. En la recopilación se incluye un puñado de las cartas que envió el autor a sus amantes, que no fueron pocas, la más famosa de ellas Susan Kennaway (después Susan Vereker), esposa de James Kennaway, escritor escocés y amigo de Le Carré. «Parece que la mayoría de las veces se sintió atraído, románticamente y de otra manera, por personas importantes y capacitadas, y también, de modo inevitable, por aquellas cuya angustia se parecía en algo a la suya», puntualizó en su momento Tim, que añadió en la obra que «autor de veinticinco novelas, mi padre era un prolífico y concienzudo escritor de cartas», que en este libro, que además incluye fotografías, dibujos y caricaturas del propio artista, abarcan siete décadas y narran su vida y los tiempos turbulentos de los que fue testigo.
Asuntos «de familia»
Este «gigante de la literatura inglesa», como lo llamó su agente literario, Jonny Geller, en el comunicado con el que anunció su muerte, fue víctima del abandono materno y de un padre que Nick describió como «un monstruo», lo que lo llevó, de alguna manera, a querer ser lo contrario. La unión entre sus hijos, trabajando juntos en las obras de su padre, son una prueba de esa reconstrucción. «En las cartas ves el dolor, ves el amor. No sé si ves una resolución» para aquel sufrimiento, dice, pero «tal vez la resolución no sea posible con algo así». «El otro día vi algo que decía que mi padre había vivido una vida envidiable. Vivió una vida extraordinaria. Y él fue extraordinario. Pero creo que hay que ser bastante selectivo para decir que fue 'envidiable'. Probablemente en un gran porcentaje fue envidiable, pero también tuvo un porcentaje bastante horrible, en gran parte por su padre».
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En el que calificó como «un gran libro», Nick espera que los lectores «encuentren a este personaje dulce, brillante y autoirónico, que fue una figura enorme en mi vida», señala con admiración. «Es una luz brillante y parpadeante que está bromeando, que está jugando contigo todo el tiempo, como cuando le escribió a un amigo, aunque no imaginaba ni por un segundo que ese día sería realidad: 'Ya sabes, cuando reciba mi tercer premio Nobel, daré un discurso mencionándote'».
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