Museo del Arte Prohibido en Barcelona: Un museo de los 'errores'

Y aunque pueda sorprendernos, la nómina no deja de crecer: el pasado domingo era el artista Julio Falagán el que anunciaba desde sus redes el ejercicio de censura que sufría su instalación 'Monotheism of Money', colgada, hasta que el ayuntamiento de la capital vallisoletana decidió lo contrario, de la fachada de GaleríasVa, local propiedad del mismo consistorio que previamente la había avalado.

Al parecer, a nadie antes se le había ocurrido denunciar desde el arte lo del dinero como 'nueva religión', pero sí que se pensó que estaría bien retirar de circulación una obra que podía «atacar las creencias religiosas» (que no económicas) de alguien.

Esta obra podría engrosar la nómina de un museo que está a punto de abrir sus puertas en Barcelona, el denominado Museo del Arte Prohibido, tras el cual se encuentra el periodista y empresario Tatxo Benet, el cual decidió iniciar una colección singular, de obras vilipendiadas por todo tipo de cancelaciones, ataques o ejercicios de censura, tras hacerse con la serie 'Presos políticos en España' de Santiago Sierra que tantas ampollas levantó en ARCO 2018 de donde fue retirada porque alguien se asustó en la feria.

El conjunto, que abre sus puertas desde finales de mes en la Casa Garriga Nogués, en el Eixample, alcanza ya las 200 entradas, de las que una buena selección se verán en la muestra inaugural. Y más allá del estupor que produce ese número, quizás lo que genera más aprensión es el nombre de los convocados (de Ai Weiwei a Goya, de Inés Doujak a Andrés Serrano o Mapplethorpe), porque cada uno representa un acto de prohibición (político y de todos los signos; religioso, sexual, de raza o género), que mide la catadura moral y temperatura de nuestras sociedades. Un museo de los errores que ojalá no hubiera de existir.