Las obras del Salón de Reinos tendrán un sobrecoste de 11 millones y un retraso de 18 meses

La UTE Sacyr Construcción, S.A.- Empty, S.L. fue la adjudicataria del contrato de obras. El presupuesto inicial era de 34.873.165,52 euros. Ha habido que aumentarlo hasta los 45.987.469,60 euros. El compromiso máximo anual que el Prado puede adquirir en los próximos años con la modificación de límites aprobada queda así: 30.594.048,57 euros en 2025; 19.733.772,38 en 2026 y 586.759,93 euros en 2027.

Este aumento del gasto, explican desde el museo, es consecuencia de la «modificación del proyecto original necesaria debida al estado de las fábricas originales, de sus cimentaciones –ha habido que adoptar nuevas soluciones constructivas para los recalces de cimentación y para la consolidación de las fábricas originales del inmueble– y de la integración en el edificio de los hallazgos arqueológicos aparecidos durante los trabajos«.

En 2022 ABC publicaba que las obras del Salón de Reinos se habían ralentizado tras encontrar restos en el edificio. En concreto, se trata de «estructuras arqueológicas en la terraza norte del edificio, hasta ahora ocultas y desconocidas, compatibles con restos de construcciones originales del Palacio del Buen Retiro, el descubrimiento de estructuras de cimentación existentes que han puesto de manifiesto intervenciones previas irregulares y heterogéneas».

El proyecto modificado, actualmente en tramitación, conllevará un aumento del plazo de las obras de 18 meses sobre los 30 inicialmente previstos. Finalmente, el plazo será de 48 meses. Esta ampliación del periodo de tiempo, explican desde el museo, lleva aparejada una variación de los calendarios de pago anuales y de las cantidades máximas que el museo puede afrontar en cada presupuesto anual.

Las obras del Salón de Reinos, parte integrante del desaparecido Palacio Real de Buen Retiro y antigua sede del Museo del Ejército, adscrito formalmente al Prado en octubre de 2015, se iniciaron el 28 de julio de 2022. Con esta rehabilitación, que incorporará casi 9.500 metros cuadrados, el Prado tendrá la posibilidad de ofrecer un espacio expositivo que permita ampliar la presentación de sus colecciones, además de desarrollar un programa específico de exposiciones temporales.

Bajo el lema 'Traza oculta', el proyecto de Norman Foster y Carlos Rubio «rentabiliza al máximo el uso museístico en el edificio y crea un gran atrio de acceso en la fachada sur, imprimiendo a este espacio un carácter semiabierto y permeable al exterior, pero suficientemente controlado para que sirva de protección a la fachada original del Salón de Reinos, en la que se recuperan sus huecos y balconadas. Sobre dicha fachada emerge la prolongación de un gran espacio expositivo en planta tercera, con mayor altura libre y anchura que el actual, formando la cubierta del atrio, a la vez terraza orientada al campus».