La restauración de una tabla del Maestro de Perea descubre a la Virgen de los Molineros

El Niño Jesús guarda ahora una anatomía mucho más acorde con la época del cuadro y se ve cómo lleva anudado al cuello un collar de cuentas y rama de coral , que era un amuleto medieval contra el mal de ojo, antes inapreciable a simple vista aunque sí se había detectado en los estudios radiográficos. Los trabajos de los restauradores también han sacado a la luz una diadema con joyel en el pelo de la Virgen, un elemento muy característico de la producción pictórica del Maestro de Perea.

En este caso se trata de una diadema de perlas y cabujón central y la Virgen, que viste traje rojo con amplia capa blanca , colores propios del Gremio de Molineros, tiene una aureola estrellada de pastillaje que también se puede contemplar en otras obras del Maestro de Perea. A los pies de la imagen, una rueda de molino atestigua su vinculación con el Gremio de Molineros.

La tabla restaurada muestra a la Virgen sentada en un sitial amamantando al Niño Jesús, dispuesto en su regazo y en actitud de bendecir y con el orbe en la mano. El fondo es de oro burilado y con tracería gótica.

La Generalitat compró esta obra en una subasta el 6 de octubre de 2016 por 9.000 euros, después de que la Dirección General de Cultura y Patrimonio la declarara bien de interés cultural y evitara que una pieza del siglo XV tan singular como ésta saliese de la Comunidad Valenciana, según recuerda Efe. La obra procedía de la capilla de la casa gremial de los molineros de Valencia, pero, por diversos avatares de la Historia, había terminado en una colección particular. Cuando llegó la tabla al departamento de pintura de caballete y escultura policromada del IVCR+i, presentaba un estado de conservación delicado.

La «Virgen del Gremio de los Molineros» fue presentada ayer en el Museo de Bellas Artes de Valencia, donde se exhibirá hasta finales del mes de marzo junto a un panel explicativo y un audiovisual que refleja el trabajo realizado.