Una orden interna paralizó la investigación del robo de Galileo en la Biblioteca Nacional

Según relató al mismo periódico Mar Hernández , directora técnica en 2014, Ana Santos fue informada de lo sucedido en una reunión, algo que esta niega. Además, insiste en que no le fue entregado ningún informe. La versión oficial que circula en la BNE, y a la que ha tenido acceso ABC, es la siguiente: Santos asegura que nunca ocultó nada, y que se enteró del suceso en 2018, momento en el que informó a la Policía, que le pidió que lo mantuviera en secreto para no entorpecer la investigación. También se lo comunicó a Carlos Alberdi , jefe de gabinete de José Guirao , a la sazón ministro de Cultura y Deporte. «Le mandó un correo en el que le decía que ya había puesto la denuncia ante la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía. ¿Qué más se podía hacer? Ana Santos hizo lo que tenía que hacer», comenta Guirao, al otro lado del teléfono.

Santos también trasladó en 2018 la noticia del robo a Soledad Puértolas , presidenta del Patronato de la BNE. «Yo estaba al tanto porque la directora me lo comunicó inmediatamente cuando lo denunció ante Policía, cuando ella misma tuvo conocimiento del hecho. En el Patronato tenemos otro tipo de objetivos, nuestra función es otra, no el funcionamiento interno de la Biblioteca», aclara. «No veo absolutamente ninguna razón para el ocultamiento. No entiendo por qué razón podemos pensar que se ocultó», apostilla.

Otras fuentes de la institución han relatado a ABC que Javier Docampo , director del Departamento de Manuscritos, Incunables y Raros, fallecido en marzo de 2020 por coronavirus, entregó en 2018 una cronología detallada del libro en cuestión, que ha sido de gran utilidad para la Policía. La historia comienza en 1987. Ese año desaparecieron de la BNE un centenar de obras, entre ellas la de Galileo. La mayoría, incluida la que nos ocupa, fueron recuperadas. Otra fecha capital en esta cronología es 2007. Ese año la BNE sufrió otro robo importante, que le costó el puesto a Rosa Regàs , por entonces directora. Se llevaron varios mapas de Ptolomeo. Fueron arrancados de un incunable de 1482 por César Ovidio Gómez Rivero , quien, con un carné falso de investigador, había tenido acceso a varios documentos de gran valor entre 2004 y 2007 en la Sala Cervantes. Tras el escándalo, se revisaron todos los ejemplares consultados por este individuo, entre los que se encontraba el 'Sidereus nuncius'.

En el informe, entregado el 6 de septiembre de 2007, se señaló que el libro estaba «íntegro», en «bastante buen estado», y que no le faltaban páginas. Solo se notificó un pequeño daño en la encuadernación: uno de los cuadernillos estaba suelto, pero según el estudio esto no era «achacable al usuario». El análisis lo firmó la responsable de servicio de salas generales, que era la segunda de Mar Hernández en 2014. Esto contrasta con las declaraciones de Fuensanta Salvador , una de las restauradoras que alertó sobre la falsificación en 2014, quien describió así a 'El País' su impresión al ver el 'Sidereus nuncius': «El ejemplar nos pareció demasiado nuevo para ser de 1610. (...) Nos extrañó. De inmediato lo comentamos a la dirección técnica».

En el repaso de Docampo también se precisaba que en 2016, al llegar él al departamento, «volvió a surgir el tema». En aquel momento, según esta versión, se especuló con la posibilidad de que el cambiazo estaría relacionado con el robo de 1987 , aunque después se pensó que lo más probable es que tuviera que ver con el de 2007: «Desde la dirección técnica se solicitó total discreción y no se llevaron a cabo más actuaciones al respecto».

Ayer, después de una reunión con Ana Santos, el Ministerio de Cultura y Deporte decidió abrir un procedimiento informativo para conocer los hechos, aunque según el exministro Guirao su gabinete ya había sido informado de lo sucedido en 2018. ¿Por qué, si ya se sabía, inicia ahora el ministerio una investigación? «No tengo la menor idea», declara Guirao.

José Manuel Rodríguez Uribes , actual ministro de Cultura, ha convocado al Patronato de la Biblioteca Nacional para el próximo 31 de marzo. Uno de los puntos a tratar será el análisis de los protocolos de seguridad de la BNE para tomar las medidas necesarias para su mejora. «No es la función del patronato, en principio. No sé lo que dirá el ministro», comenta Soledad Puértolas.