Vox ha entrado con ruido en el panorama político nacional y pretende hacer lo propio en el de la Comunidad Valenciana. No es casualidad que una de sus fundadoras sea la valenciana Cristina Seguí, para quien la región es, sin duda, «un territorio prioritario» para la nueva formación impulsada, entre otros, por el exfuncionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y el exdirigente del PP vasco Santiago Abascal, y al que recientemente se ha unido el aún vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras.

El partido tiene prevista la celebración de una Asamblea extraordinaria a principios de marzo, pero la presentación oficial en Valencia será antes –concretamente a finales de este mes– para la que esperan tener numerosos apoyos.

Para ello, Vox ha comenzado a establecer reuniones con la sociedad civil. Como explica Seguí, su intención es tantear especialmente a los colectivos valencianos de empresarios, a quienes consideran un «sector primordial como creadores de riqueza». Aunque se muestran abiertos a pactos en la región con otros partidos como Ciudadanos o UPyD –con los que comparten posturas, como su común rechazo a la estructura autonómica–, los «acercamientos» es una de las cuestiones que llevan con más precaución, sobre todo de aquellos que provienen de grupos ya organizados: «No queremos caer en los errores de estas formaciones, porque hay gente que se aproxima con intereses y, si entran, luego no hay marcha atrás».