Una astrofísica de la NASA dimite tras el rechazo a cambiar el nombre del telescopio James Webb por homofobia

Desde el pasado mayo, más de 1.200 personas han firmado una petición impulsada por cuatro distinguidos astrónomos, entre ellos la propia Walkowicz , del Planetario Adler de Chicago, para que se cambie el nombre del James Webb, considerado el mejor telescopio de todos los tiempos y que se lanzará en diciembre. El motivo es que Webb, que murió en 1992, ocupó varios puestos de liderazgo en la administración Truman durante un período en el que los empleados federales eran despedidos debido a su orientación sexual. La NASA inició una investigación para saber hasta qué punto el que fuera su exadministrador desde 1961 hasta 1968 estuvo involucrado en esas persecuciones. Sin embargo, no encontró evidencias que respalden las acusaciones de homofobia y decidió no cambiar el nombre . El hecho de que los detalles de la investigación interna no se hicieran públicos indignó a algunos astrónomos.

En la misma línea, Walkowicz acusa a la NASA de falta de transparencia y de haber llevado a cabo una investigación poco minuciosa. «Esta respuesta frívola y patética -afirma en una carta abierta- envía un mensaje claro de la posición de la NASA sobre los derechos de los astrónomos queer».

La investigadora se reconoce «atónita» ante el hecho de que la agencia espacial tenga «tan poca información sobre su propia participación en la opresión sistemática» y apunta a Bill Nelson, actual jefe de la agencia, como una figura poco fiable, «indeciso del cambio climático hasta 2018 y opuesto al matrimonio homosexual hasta 2013».

En la misiva, Walkowicz recuerda a Clifford Norton, quien en los años 60 fue sometido a un interrogatorio extrajudicial en la sede de la NASA y posteriormente despedido por ser sospechoso de ser gay. Y acusa a la agencia de valorar más las opiniones de las personas heterosexuales frente a las homosexuales. Por esta razón, ha decidido renunciar a continuar con su trabajo en el Comité Asesor de Astrofísica de la NASA . «No sigo el juego cuando creo que se están cometiendo errores graves o malas decisiones. Y no participo en cosas que me parecen ridículas», se justifica.

«No planeo usar el nombre actual de JWST, y animo a otros que lean esta carta a hacer lo mismo», concluye la investigadora, al tiempo que apuesta por que el telescopio lleve el nombre de Harriet Tubman , una mujer negra que luchó para acabar con la esclavitud en los Estados Unidos en el siglo XIX y usó las estrellas para guiar a los esclavos hacia la libertad.

Considerado el sucesor del icónico Hubble, el James Webb ha costado más de 7.400 millones de euros . Será capaz de ver más lejos que ningún otro telescopio, hasta el punto de observar el aspecto que tenían las primeras galaxias. Además, podrá sondear mundos potencialmente habitables y explorar los misterios de la energía oscura.