PROCLAMACIÓN DE FELIPE VI
La corona podría tener un precio en subasta cercano a los 100.000 euros
Habría que sumar el valor histórico al coste «real» de los materiales con los que está fabricada, que sería de unos 6.000 euros
El valor histórico de la corona que se exhibirá en la proclamación de Felipe VI tendría un precio bastante superior al real, calculado por el coste de los materiales con los que está fabricada. Según la Asociación Española de Tasadores de Alhajas (AETA), su precio de salida a subasta rondaría los 100.000 euros.
El vicepresidente de esta asociación, Jesús Ángel Ruiz, ha explicado a Europa Press que la corona Real tiene un valor histórico incalculable, pese a que «el valor económico no es excesivamente alto», y que sería cercano a los 6.000 euros según los materiales de los que se compone.
Según Ruiz, este cálculo del posible precio en subasta se obtiene al sumar el valor económico estimado, el valor «intrínseco» que tiene la Corona por ser un símbolo representativo del Reino de España, y otros incrementos como la antigüedad, el fabricante, y los parámetros de las casas de subastas de obras de arte líderes a nivel internacional, como Sotheby's y Christie's.
Pese a estas estimaciones, el valor final en subasta puede llegar a ser infinitamente mayor, ya que «se puede multiplicar y de hecho lo habitual es que se multiplique», ha puntualizado al respecto, añadiendo que «hay muchos inversores, coleccionistas y empresas que pujarían porque es una pieza única».
Sin tener en cuenta su valor histórico, la corona real, de plata sobredorada y de aproximadamente un kilogramo de peso, «puede valer alrededor de 6.000 euros», ha explicado Ruiz.
Sostiene también que su fabricación no es «un trabajo exquisito» y que una reproducción de la misma Corona no excedería esa cantidad.
La corona real pertenece a la colección de Patrimonio Nacional, data del año 1775 y es uno de los símbolos de la Monarquía española. Concretamente, acompaña al cetro tanto en la proclamación y jura del nuevo monarca como en las ceremonias fúnebres.
Se ha utilizado en todas las ceremonias de proclamación aunque de forma simbólica, ya que no hay colocación, desde Isabel II. El próximo día 19 de junio, se exhibirá en el Congreso de los Diputados durante la proclamación de Felipe VI, al igual que sucedió en el año 1975 cuando el Rey Juan Carlos I fue nombrado Rey de España.
La última vez que fue expuesta fue en el año 1980 con motivo del traslado a España de los restos mortales de Alfonso XII para su enterramiento en El Escorial.
La corona, de grandes dimensiones, consta de un aro formado por dos molduras lisas y en medio otra plana con decoración repujada sobre la cretería formada por espejos en los que se representan emblemas heráldicos.
En distintas posiciones enlazan los espejos rematándolos, una corona de laurel de la que parten ocho imperiales formados por dos ramas entrelazadas, dejando claros en medio que se aúnan dentro de una moldura circular convexa, con decoración de hojas de relieve. Esta última sirve de base a una bola con cruz de brazos iguales y decorados con hojas en relieve.
