Qué tienen en común las personas con una salud de hierro
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Iniciar sesiónTodos tenemos un familiar o alguien conocido cuya salud es casi un misterio. Seguro que alguna vez has escuchado la historia de tu 'tía Paca' que con ochenta años tenía una vitalidad y un aspecto que ya quisieran muchas personas de cincuenta. Cuando esto ocurre, ... solemos echar la culpa a la genética. Es verdad que los genes son caprichosos, pero no deberíamos señalar siempre a la naturaleza. En general las personas con una salud y/o aspecto envidiable tienen en común una serie de hábitos que intentan cumplir a rajatabla, o al menos tanto como sus circunstancias personales lo permiten. He aquí los principales:
Pasan el mayor tiempo posible al aire libre
Sí, ya sabemos que esta recomendación es complicada en el mes de julio en Córdoba, pero es importante poner esta costumbre en primer lugar. Todas las personas con una salud envidiable intentan estar en contacto con la naturaleza en cuanto pueden. Unos harán surf, otros se van con la bici, otros son amantes de la montaña, otros dan largos paseos o simplemente buscan el relax sentados leyendo un libro en medio del campo. Aire limpio, sol, el sonido del silencio, exposición al frio y al calor. Ni más ni menos. Pasar ocho horas en la oficina, de ahí a casa o a hacer la compra y el fin de semana en un centro comercial, erosionan tu salud mucho más de lo que crees y no se soluciona encerrándonos una hora en un gimnasio todos los días.
Se interesan por lo que comen
No se trata de comprar un alga extrañísima, ni de si algo es ultraprocesado o no. La gente sana priorizará el gasto en su cesta de la compra a, por ejemplo, unas cañitas tras el trabajo. Entendamos que no es cuestión de dinero, hay personas que pueden gastar lo que quieran y llenan su carrito del súper con un montón de basura. Hablamos de priorizar productos frescos, de temporada, buscar fuentes de proteína de calidad, que haya variedad en nuestra despensa… En resumen dedicar un tiempo a planificar y pensar lo que vamos a comer.
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Duermen ocho horas cada noche
Posiblemente este es el mayor déficit de la población actual. Aunque lo intentemos es muy complicado conseguir ocho horas de sueño muchos días del año. Ya sea por trabajo, compromisos familiares, sociales o simplemente porque nos desvelamos de la manera más tonta, dormimos siempre menos de lo que deberíamos y eso afecta como no podemos imaginar a nuestra capacidad de rendimiento, la pérdida de grasa y la ganancia de masa muscular. Mucha gente que presta atención a todo en su vida excepto a las horas de sueño, acaba por no obtener los resultados esperados. Todos lo hemos leído pero cuesta aplicarlo: desconecta dispositivos electrónicos antes de irte a dormir, intenta que las horas de acostarte y levantarte sean regulares y evita el ejercicio vigoroso a última hora del día ya que puede activarte y hacer difícil conciliar el sueño.
Prestan atención a sus posturas y sus movimientos
Muchas personas creen que apuntándose a un gimnasio y nada más mejorarán su salud por arte de magia, sin descansar, sin comer bien y sentándose luego en su ordenador durante ocho horas enroscados como un churro y caminando encorvados sobre la pantalla del móvil. Presta atención a cómo te mueves, a tus posturas. Si no es así puedes estar haciéndote mucho daño a largo plazo y además nunca vas a dar la sensación de ser alguien sano. Fíjate en esas personas a las que consideras con muy buena salud y mira cómo se mueven, sus posturas.
Estiran y mantienen la movilidad de su cuerpo
Las personas sanas incluso con su aparente salud inalterable van al fisio de vez en cuando e invierten unos minutillos al día en estirar un poco, darse un pequeño masaje con una pelota de lacrosse o un rodillo de foam y trabajan algo de movilidad articular. Cuando todo este conjunto de cosas va en paralelo a un programa de actividad física, las mejoras son mucho mayores. Estamos hablando de cinco o diez minutos, por si crees que es imposible encontrar el tiempo para todo.
Entrenamiento de fuerza al menos 3 días a la semana
Tres días es el mínimo para mantener tu salud muscular a largo plazo. Como en otras tantas cosas no hay que complicarse la vida. Una persona fuerte y saludable hace que su entrenamiento pivote alrededor de los grandes movimientos de tirón y empuje: sentadillas, pesos muertos, press de hombro, press de banca y dominadas. Piensa en movimientos y no en ejercicios, siempre que entrenes con un objetivo de mejorar tu movimiento podrás hacerlo toda la vida, si piensas en batir récords dependiendo de tu nivel igual se te acaba el 'carrete' muy muy pronto. No hace falta entrenar mucho, si aplicas intensidad, con 45 minutos tres días a la semana puedes tener una base para mantener tu estado de forma en un nivel razonablemente bueno. Recuerda que si con treinta años no vas bien de masa muscular, será mucho peor por encima de los sesenta.
Prestan atención a su respiración y meditan
No se trata de misticismo. Presta atención a tu respiración, se estima que aproximadamente un 60% de la población no respira correctamente. Sobre todo se debe a que no estamos respirando por la nariz, así de sencillo. En muchas ocasiones ocurre por una falta de atención a la manera en la que lo hacemos, por ello dedicar algo de tiempo a meditar en el sentido de aislarnos de cualquier otro estímulo que no sea el tomar conciencia de nosotros mismos es algo que las personas saludables integran en sus rutinas. No se trata de ponernos en posturas complejas de yoga mirando una puesta de sol con los ojos en blanco. Un paseo por un parque tranquilo sin música ni móvil, sentarse en silencio y dedicar unos minutos a pensar, a respirar profundamente sin ocuparnos de nada más.
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Estos siete hábitos pueden cambiar una vida, no te sientas mal si ninguno de ellos forma parte de tu rutina, en lugar de ello ponte las pilas elige uno o dos y empieza a prestarles atención cada día. Poco a poco podrás ir integrando más y sentirás como sus beneficios se multiplican exponencialmente. Los cambios son tan notables que posiblemente no querrás dar marcha atrás.
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