Qué es la capa blanca que recubre el fuet y cómo nos afecta al cuerpo si la consumimos

Este embutido hecho de carne magra es originario y típico de Cataluña, aunque sobradamente extendido por todo el país.

Su sabor es único y su aspecto visiblemente reconocible. Esa rojez envuelta en una telita blanca hacen del fuet un embutido más que típico.

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A. C.

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Pero, al igual que ocurre con la tortilla y la eterna pregunta de la cebolla, con el fuet surge otra importante cuestión: ¿con piel o sin piel?

Antes de que respondas, vamos a contarte de qué está hecha esa capa blanca que recubre a este embutido alargado, qué es exactamente y cómo nos afecta si nos la comemos.

La capa blanca que recorre el fuet y a la que nos referimos como piel puede ser de dos maneras: natural o sintética.

Si se trata de piel natural, no habrá ningún problema en que la ingiramos junto con el resto del embutido, ya que se trata de tripa del cerdo.

Si es sintética, habrá que consultar de qué está hecha, especialmente si eres una persona con alguna intolerancia porque puede estar compuesta de celulosa, colágeno o a partir de un material de origen plástico autorizado.

Más allá de la piel como tal, hay una capita blanca que es una especia de polvo y que es nada más y nada menos que moho. Aunque no te preocupes, porque es un moho bueno.

El polvito blanco que recubre al fuet un hongo que se encarga de mantener a otros hongos dañinos lejos del alimento por lo que no hay tampoco problema en comerlo.

Sin embargo, es conveniente revisar siempre la etiqueta, especialmente si eres una persona celiaca porque en ocasiones, al ser un alimento procesado, puede contener trazas de almidón modificado o vegetal, un elemento que proviene del trigo. Incluso puede contener directamente harina de trigo por lo que sí afectaría a las personas celiacas.

Por lo tanto, la respuesta es sí: puedes comerte la piel del fuet porque no te afectará de forma dañina, pero es más que recomendable que antes de hacerlo te asegures de leer la tabla de elementos que siempre viene en la parte posterior del producto.