lejos de ítaca
Las tres muertes del cartero
Hay escritores de largas producciones y otros que con una sola novela se hacen inmortales. Es el caso de Antonio Skármeta
lejos de ítaca
Hay escritores de largas producciones y otros que con una sola novela se hacen inmortales. Es el caso de Antonio Skármeta
María José Solano
Cada uno ama a las mujeres que ama, y yo amo desde hace tiempo, en un territorio ya clásico de novela, a las mías
María José Solano
A la feria del libro antiguo y de ocasión de Madrid, que este año celebra su 34ª edición, no se viene a buscar libros, sino a encontrarlos
María José Solano
Agatha. Ella pudo ser Miller, Mallowan e incluso Westmacott, pero eligió ser Christie
María José Solano
El encuentro entre Luis García Montero y el Papa Francisco marca una nueva era de colaboración cultural entre España e Italia
María José Solano
Había vivido más de media vida sin saber quién era, y lo que es peor aún, sin haberlo leído
Conversación con las clarisas de Sanlúcar: las religiosas de Burgos «olvidaron que las monjas somos soldados y el jefe del Ejército es Otro»
María José Solano
«Dicen que el deporte es cultura, aunque yo siempre creí lo contrario: que la cultura era un deporte (de riesgo) sobre todo para quienes la practicamos»
relatos de viajes
Las agencias, para atraer al nuevo turista, comercian con aquello que se puede entender rápidamente en una imagen, lo 'fotografiable'
María José Solano
Su obra maestra, 'Milagros de Nuestra Señora', condensa una voz novedosa, divertida, cercana y eficaz
María José Solano
Ayuso anuncia la firma de un acuerdo de colaboración con la región japonesa de Aichi
María José Solano
Esto no es nuevo en el viejo reino burgalés, y la prueba está en el monasterio de las Huelgas
María José Solano
De un tiempo a esta parte, estamos siendo testigos de un fenómeno que a mí me parece, cuanto menos, a tener en cuenta
María José Solano
Un pintor llamado José Albiol comentó que poseía en su casa de Valencia un retrato de Cervantes firmado por un tal Jáuregui
María José Solano
Mientras Madrid colapsaba con calles cortadas, hervidero de autobuses de fans e histeria colectiva a la intemperie, yo hacía un viaje al centro del mundo sin moverme de la silla de un viejo claustro