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«Quizás las clarisas de Belorado fueron víctimas de su propia obediencia»

Conversación con las clarisas de Sanlúcar: las religiosas de Burgos «olvidaron que las monjas somos soldados y el jefe del Ejército es Otro»

Las otras clarisas que se convirtieron en 'tránsfugas' 

Un momento de la conversación con las hermanas P.C.S
María José Solano

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Son las nueve de la mañana de un domingo de agosto, pero la iglesia está a rebosar. La hija de la princesa de Éboli, pionera en la protección de este convento de Regina, sabía lo que hacía: Sanlúcar de Barrameda era la valiosa puerta del ... Atlántico y del Nuevo Mundo. Termina la misa y espero en el atrio a Pepe, el encargado de la venta de los dulces y de otros tantos quehaceres del convento, que me da instrucciones. «Estarán contigo la madre abadesa Oralia y la hermana Soledad». Luego me hace pasar a una sala en penumbra con una mesa de camilla sin vestir y una silla cuyo asiento de enea cruje suavemente bajo mi peso. Al cabo de unos minutos aparecen sonrientes, precedidas por un haz de luz, las dos hermanas clarisas que se acomodan al otro lado de las rejas de clausura.

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