La empresa de coches eléctricos de lujo Tesla ya trabaja en su propia versión del automóvil autónomo. Su fundador, el empresario Elon Musk, ha asegurado que en tres años tendrán un sistema capaz de tomar el control del coche en un 90% de las situaciones. Con estas declaraciones al diario Financial Times se suman a una carrera en la que ya participan otras empresas del sector, y otras ajenas como Google.

Según los pronósticos de Musk, el ordenador del coche será capaz de controlarlo en la mayoría de situaciones, pero no en todas. Eso, ha dicho, llevará mucho más tiempo. También ha afirmado que están desarrollando su propia tecnología, y que no dependerán de la de otros fabricantes.

En la actualidad Tesla oferta, en su página web, unpuesto de trabajo para un ‘Ingeniero en sistemas de asistencia avanzada al conductor’ que ayude a la compañía a «llevar la delantera en la conducción totalmente autónoma».

Además de las dificultades técnicas, este tipo de tecnologías se enfrentan a muchos escollos legales para llegar al mercado. En la Unión Europea, por ejemplo, es obligatorio que los conductores estén al mando de sus vehículos en toda circunstancia. En otros lugares como el Estado de Nevada (EE UU), sin embargo, sí está permitido.

Tampoco está claro qué postura tomarán las aseguradoras. Por una parte los coches autónomos estarán programados para respetar todas las indicaciones viales, y además estarán libres de fallos humanos. Aun así, probablemente tendrán que probar su eficacia antes de conseguir su beneplácito. A un dilema similar se enfrentarán muchos conductores, habituados a la conducción por personas.

Los plazos planteados por Musk para lanzar un sistema de conducción autónoma son mucho más breves que los previstos por el resto de fabricantes de automóviles. También por las fechas planteadas por los especialistas del sector, que creen que pasarán al menos 15 años hasta que sean una realidad. El fundador de Telsa se ha ganado de empresario ambicioso y ágil, capaz de implementar tecnologías disruptivas en muy poco tiempo, y de apostar a lo grande en proyectos ambiciosos. Además de su ‘Model S’, el primer coche elétrico rentable de la historia, dirige Space X, la primera compañía privada en enviar suministros a la Estación Espacial Internacional.

Aun así, la tecnología de conducción autónoma no llegue de sopetón, sino en pequeños pasos. Mercedes, por ejemplo, ya ofrece un sistema de conducción semiautónoma en atascos. El coche, sin intervención humana, es capaz de mantener la distancia con los coches de delante, y de acelerar y frenar cuando lo considera necesario.