El preso más peligroso enfila el tramo final de su condena

Ahora Kalashov permanece en la cárcel de Estremera, la última abierta en Madrid. Sigue en primer grado, aunque ya ha dejado atrás los muchos años en módulos de aislamiento. En cuanto ponga un pie en la calle, será expulsado de España , bien a Georgia, su país de nacimiento, o a Rusia, que le concedió la nacionalidad.

La detención del capo en la segunda fase de la operación Avispa -con Troika, Java y Emperador, de las mayores de Europa contra el crimen organizado- situó a España en la primera línea de la lucha contra la mafia rusa. Su llegada desde Dubái, a bordo de un avión en el que viajó acompañado por policías españoles, provocó admiración en muchos países, pero a la vez aquí se tuvo que hacer frente a un problema de seguridad de primer nivel.

Desde el principio Instituciones Penitenciarias ejerció un control total sobre él. Y pronto hubo oportunidades de comprobar que era absolutamente necesario. Así, durante su paso por la prisión de La Moraleja hubo informaciones que aseguraban que había ofrecido una fuerte suma de dinero por un teléfono. En 2006, según la Policía ordenó a su red hacer todo lo necesario para que saliese de prisión , y hubo nueve detenidos. Algo más tarde, en febrero de 2010, pocos días antes de salir en libertad bajo fianza de 300.000 euros que su abogado pagó apenas en un par de horas, un funcionario lo encontró en su celda de aislamiento un reloj-teléfono...

Kalashov volvió a ser detenido solo un mes después, al atender la Policía una orden de busca y captura dictada por Georgia. Desde entonces no ha salido de prisión, pese al incesante trabajo de sus letrados, que vieron cómo incluso el Supremo aumentaba la pena impuesta a su cliente por la Audiencia Nacional.

El «vor» ha estado en muchas prisiones, como Zuera y las gallegas de A Lama, en Pontevedra, y Teixeiro, en La Coruña. Informes procedentes de A Lama señalaban que en la cárcel ejercía de «ladrón en la ley» y contaba con presos de confianza; en definitiva, se comportaba como lo que era. En Teixeiro se produjeron otros dos episodios inquietantes. En primer lugar, aparecieron noticias de que se podía estar preparando un plan de fuga en helicóptero; en segundo, y según informaciones de servicios extranjeros, que en enero del año pasado Kalashov habría controlado la reunión de «vor» celebrada en Grecia para elegir al sucesor de Aslan Ussoyan, el padre criminal del encarcelado, asesinado en Rusia. Algunos países afirmaron que lo hizo con un teléfono móvil desde prisión, pero lo más probable es que enviara un emisario desde España con instrucciones.

La defensa del capo ha intentado adelantar su salida de prisión. Pidió que se le computaran de alguna forma las comparecencias diarias que tuvo que hacer mientras estuvo en libertad provisional, lo que se concedió; también que contara el tiempo que estuvo en Dubái desde su detención hasta su entrega a España, a lo que la Sala accedió en principio, pero luego cambió de criterio ante el recurso de la fiscal; y finalmente, que dado que ya ha cumplido las tres cuartas partes de la condena se le sustituyera ese tiempo por su expulsión. Tampoco fue posible, porque la Fiscalía Anticorrupción se opuso.