Verano en Huelva: los pueblos mágicos de la provincia

Pueblos Mágicos de España es una iniciativa impulsada por el Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales IDL, entidad sin ánimo de lucro de ámbito nacional fundada en 1997. La propia web lo explica: «Hay muchos pueblos bonitos, con encanto, históricos, con gran patrimonio; pero hay pueblos singulares, pueblos que te llenan el alma con su gastronomía, con sus tradiciones, con sus fiestas, con un atardecer especial, con algo que los hace únicos. Pueblos que guardarás en tus recuerdos más gratos, que compartirás con tu familia, tus personas más queridas y cercanas. Son Pueblos Mágicos».

La cercanía geográfica entre ellos permite trazar una ruta para recorrerlos en un fin de semana o aquellos que dispongan de más tiempo pueden dedicar varios días. La amplia red de viviendas rurales de la Sierra es una magnífica alternativa de alojamiento. También existe la posibilidad de desplazarse desde la costa de Huelva o desde Sevilla en poco más de una hora.

El mayor de todos ellos es Cortegana. Coronado por un imponente castillo medieval, tiene servicios de todo tipo para el visitante y ofrece un sinfín de alternativas gastronómicas y de ocio a los visitantes. La mayor fortaleza de la provincia de Huelva espera en Cumbres Mayores, un pueblo que encierra además un patrimonio prehistórico sin igual en el patio de armas de su castillo. Higuera de la Sierra es famosa por su centenaria Cabalgata de Reyes, pero es mucho más con su intrincado casco de casas blancas. En días de calor veraniegos, los charcones y cascadas de las rutas molineras de Puerto Moral son la mejor alternativa. Completa el repóker de joyas rurales de Huelva el único de los cinco que no se encuentra en la Sierra sino en el Andévalo. Paymogo es el más alejado del conjunto, si bien a una distancia asequible para completar una visita con el resto o dedicarle una jornada en solitario.

Los Pueblos Mágicos tienen un interesante patrimonio monumental, pero también natural para el visitante. Sus senderos, los saltos de agua o ríos que los cruzan garantizan bellísimos paisajes. Todo ello redunda en un turismo activo para aquellos que además del descanso o la paz pidan actividad a su descanso.

Para comer todos ellos rivalizan entre sí con un producto único que comparten: el cerdo ibérico. La Sierra es el territorio del pata negra, por lo que la gastronomía de los cinco pueblos mágicos gira en torno al jamón, la chacina y las carnes sin igual. Pero hay mucho más. En temporada de gurumelos estos son un verdadero manjar, los derivados de las castañas y esos dulces tradicionales cuyas recetas de se heredan de generación en generación para el disfrute de los paladares. Y por supuesto las carnes de caza fruto de la riqueza cinegética de la zona.