Mojácar: el pueblo blanco de Almería que te ofrece el ambiente más chic y divertido del sur

Mójacar impresiona a turistas nacionales o internacionales que visitan este pueblo blanco que se ubica en lo alto de una montaña. Un entramado calles estrechas, adornadas con flores que cuelgan de los balcones de sus viviendas. No deja indiferente a nadie, desde sus casas encaladas con arcos y cúpulas a su mirador del castillo, iglesias y ermitas y su fuente mora.

Durante la época estival las fiestas no cesan en Mojácar. 'Moros y Cristianos' en junio, así como la noche más romántica o la noche de San Juan. Con motivo de las Lágrimas de San Lorenzo o lluvia de estrellas, en agosto el casco histórico del pueblo acoge su conocida 'Noche de las velas', un momento mágico en el que la iluminación artificial se apaga. Para finalizar el mes más veraniego se celebran las fiestas patronales en honor al patrón, San Agustín.

Esta localidad ha sido considerada desde hace medio siglo como refugio de artistas. A través del tiempo han sido numerosos los pintores, escultores, músicos y todo tipo de personas relacionadas con las artes que pasan aquí sus vacaciones o tiene su residencia habitual. La luz, la belleza del paisaje y el ambiente chic han propiciado tanto el rodaje de películas o anuncios, como la creación artística más variada.

La figura del Indalo, un símbolo vinculado con el Neolítico que se localizó en la cueva de los Letreros en Vélez-Blanco, está presente en el pueblo. Representa un dios poderoso, brazos y piernas abiertas, con una especie de arcoíris o medio arco que cubre su cabeza. Se ha convertido en uno de los reclamos que los artesanos de alfarería u orfebrería recrean en sus composiciones, está presente en los muros de las viviendas o esculturas y se cree que protege a todo aquel que lo porta.

Muy cerca del núcleo urbano se encuentra la zona de costa con chiringuitos, restaurantes, complejos hoteleros, clubs de playa y otro tipo de alojamientos. La oferta es muy variada, tanto para el relax como para la práctica de actividades acuáticas en el mar.

Mojácar cuenta con 17 kilómetros de litoral que van desde Marina de la Torre, junto al campo de golf, hasta la pedanía de Sopalmo, en el límite con el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y la localidad de Carboneras. Playas urbanas con todo tipo de servicios, pero también hay arenales vírgenes, ideales para los más solitarios.

Quien visita Mojácar, suele repetir. El municipio despuntó a nivel turístico cuando se construyó en la década de los sesenta el único Parador Nacional de la provincia y que ha seguido su desarrollo turístico sin perder su esencia en el casco histórico. Cada rincón del pueblo se convierte en un enclave mágico para inmortalizar en el recuerdo.