Lanjarón, el rincón de Granada donde nace el agua

Lanjarón se encuentra a unos 45 kilómetros de Granada capital, está enclavada en terrenos del parque nacional de Sierra Nevada, y en cierta manera podemos decir que es la puerta de entrada a una comarca conocida en toda España como es el caso de la Alpujarra Granadina. Tiene casi cuatro mil habitantes y muy buenas conexiones con otros rincones de la provincia granadina que bien merecen una visita como pueden ser Órgiva, Dúrcal, Capileira, Bubión o Pampaneira.

A la hora de determinar la historia con la que cuentan las tierras que estamos pisando, el agua ha sido siempre fundamental a la hora de hablar de Lanjarón, hasta el punto de que incluso el nombre del municipio tenga que ver con esta cuestión. Es posible que este nombre se usara ya antes incluso de la época romana, ya que procede de la voz prerromana 'lanchar', que significa de manera literal 'lugar abundante en aguas'.

Como ocurre con tantos pueblos de esta comarca granadina, en los tiempos de la dominación árabe, Lanjarón se convirtió en un lugar muy a tener en cuenta, principalmente por su posición geográfica, ya que era prácticamente la llave para acceder a muchos otros enclaves. Quizás los tiempos más esplendorosos llegaron en la primera mitad del siglo XIII, durante la dinastía de los Alhamares.

El final del siglo XV y el comienzo del siglo XVI fueron momentos muy importantes para esta villa granadina, ya que tras la llegada de los cristianos hubo diferentes rebeliones protagonizadas por los moriscos. Su posición estratégica volvió a quedar patente durante la Guerra de la Independencia, hasta el punto de que el valor con el que sus habitantes defendieron sus tierras, les valió ganarse el apodo desde entonces de 'cañoneros'.

Ahora ha llegado el momento de dar un paseo por las encantadoras calles que conforman el casco urbano de Lanjarón, donde casi en cualquier rincón vamos a ser capaces de escuchar el bello rumor del agua. Vamos a recorrer la iglesia de La Encarnación, un templo que data del siglo XVI, las ruinas del Castillo de Lanjarón –cuya edificación no está clara del todo, aunque todo parece indicar que es de origen cristiano-, e iremos buscando alguno de los tres cañones que se encuentran desperdigados por diferentes rincones de este rincón granadino. Tampoco podemos olvidarnos del emblemático edificio del Balneario de Lanjarón, que fue levantado en la primera mitad del siglo XX, siguiendo el estilo neomudéjar.

Dentro de este paseo que estamos realizando por las calles de Lanjarón, tenemos que reservar un buen rato para recorrer sin prisa alguna el conocido como 'Barrio Hondillo', una de las zonas con mayor personalidad de esta localidad. Allí nos vamos a encontrar un barrio en el que reluce el urbanismo propio de los pueblos de La Alpujarra, con calles estrechas, sinuosas cuestas, bellas esquinas y todo ello repleto de plantas e innumerables macetas. Es aquí donde se encuentra el espíritu más personal de Lanjarón.

Una vez que hayamos completado este recorrido será el momento de dirigir nuestros pasos hacia el conocido como 'Mirador de la Cañona', que cuenta con este curioso nombre ya que allí se encuentran varias piezas de artillería que los aguerridos habitantes de Lanjarón usaron para defenderse de la invasión de las tropas napoleónicas. En este mirador, podremos obtener una visión global de lo que es Lanjarón, y allí entenderemos la razón por la que el poeta Pedro Antonio de Alarcón denominó a esta localidad como 'un sueño de poetas'.

Pero si además de su excepcional agua hay algo que hace famosa a Lanjarón en medio mundo es sin lugar a dudas su balneario, que es el más visitado de toda Andalucía. Una instalación ideal para tratar problemas como el reumatismo, la artrosis, las afecciones de hígado y riñón. Un espacio en el que es posible descansar, desconectar y disfrutar de la tranquilidad.

Todos estos componentes, entre los que destacan su situación geográfica, su clima, la calidad de su agua, el ritmo de vida o una gastronomía basada en productos naturales, hacen que la Organización Mundial de la Salud (OMS), haya calificado a Lanjarón como uno de los enclaves de todo el mundo con mayor calidad de vida y donde se encuentran habitantes más longevos.

Por ello, para comprobar ese secreto, resulta fundamental en nuestra visita probar algunos de los productos más típicos de la gastronomía artesanal de Lanjarón. Así, sólo tenemos que elegir alguno de sus fantásticos bares y restaurantes para disfrutar con un potaje de castañas, una sopa de almendras, costillas con calabazas y setas, gallina en salda o arroz con conejo. También son famosos los productos derivados del cerdo como el jamón. Para terminar con buen sabor de boca, no puede faltar el chocolate con buñuelos, el pastel de castañas, el flan de nueces o las tortas de higos secos.

En definitiva, Lanjarón es un destino que cuenta con una lista interminable de atractivos, siendo además un lugar perfecto para la práctica de deportes al aire libre como el senderismo o la bicicleta de montaña. Lo mejor, será comprobarlo en primera persona.