La laguna secreta de Córdoba ideal para un baño refrescante en verano

Se trata de la Laguna de Zóñar, que se ubica en el término municipal de Aguilar de la Frontera, y que desde tiempos inmemoriales ha sido destino de recreo de los habitantes de la zona. Un lugar que en la actualidad cuenta con un centro de visitantes para que sea posible conocer toda su historia y valor, y que se convierte en un destino ideal para escapar de la rutina y relajarse por unas horas en plena naturaleza.

La Laguna de Zóñar forma parte del complejo de humedales que se encuentra en la zona sur de la provincia de Córdoba, siendo por dimensiones, la más importante de todas. Una zona en la que también se encuentran otras lagunas permanentes como las de Rincón y Amarga y otras estacionales como Los Jarales, Tíscar y Salobral. Una de las funciones más importantes de estas lagunas y la razón por la que cuentan con importantes grados de protección es porque son espacios claves donde pasan el invierno y nidifican numerosas espacies de aves acuáticas.

Si algo distingue a la laguna de Zóñar es su extraordinaria profundidad, lo que la convierte en un caso único prácticamente en toda Andalucía, ya que según los cánones es posible afirmar que se trata del único lago que existe en toda la comunidad. Y es que la laguna cuenta con una extensión nada despreciable de 32 hectáreas, mientras que su profundidad es muy destacada, ya que oscila entre los siete metros de media y los doce metros de máxima, aunque en épocas de mucha lluvia puede llegar a alcanzar hasta los 16 metros.

La laguna proporciona al visitante un paisaje de gran belleza, ya que a medida que nos acercamos al agua vamos a ir pudiendo disfrutar de una tupida vegetación, en un lugar en el que también es habitual encontrar una fauna singular, entre la que destacan los tejones, ginetas, zorros y meloncillos. Un lugar privilegiado para los aficionados a la ornitología y a la observación de diferentes aves, ya que en toda la zona es posible encontrar ejemplares de malvasías, aguilucho lagunero occidental, calamón común y tarro blanco.

Este paraje natural cuenta con una serie de equipamientos entre los que destacan un Centro de Visitantes, el área recreativa 'Los Villares', un mirador, una zona de recreo y descanso y un observatorio público. La mejor manera de conocer todos los detalles del entorno es recorrer uno de los dos senderos señalizados que se encuentran en la zona, denominados como La Carrizosa y del Observatorio. Ambos senderos parten desde el Centro de Visitantes, son sencillos y accesibles para toda la familia.

Además, esta laguna se encuentra dentro de los territorios incluidos en la llamada 'Ruta de José María el Tempranillo', que nos lleva a recrear los pasos que dio este famoso bandolero. Una visita que no defraudará y que se puede combinar perfectamente disfrutando de los atractivos que ofrecen las dos localidades cercanas de Aguilar de la Frontera y Puente Genil.