Me he pasado la vida jugando en el sofá y ahora lo hago en una silla 'gaming': ¿merece la pena?

Pero, al final, ha habido cambio. Y ha sido grande. Durante el último mes, en ABC, hemos estado probando la Razer Iskur V2, que es de la mejor silla que la marca de 'gaming' tiene actualmente en el mercado. La silla de unas dimensiones, y un peso considerable, evidentemente, debe ser montada por el usuario. Pero no se trata de un proceso demasiado complicado, ya que las instrucciones son muy claras. En menos de 15 minutos la puedes tener lista, y eso sin necesidad de ser un manitas, que aquí no lo somos. Tampoco hace falta que cuentes con herramientas en casa, todo lo necesario para el montaje viene en el interior de la caja.

La Iskur V2 está hecha de piel sintética, que luce bien a la vista y tiene buen tacto. Incorpora, además, los clásicos reposabrazos que podemos encontrar en cualquier silla de oficina; la diferencia más notable en el caso de la de Razer es que no solo los puedes subir y bajar para ponerlos a la altura que vaya mejor. También es posible recolocarlos y, por ejemplo, ponerlos en diagonal, lo que está muy bien sí, por ejemplo, juegas con mando. Los brazos se cansan menos gracias a este ajuste y se agradece mucho; sobre todo durante partidas largas. Posiblemente, este es el ajuste de la silla que más nos ha gustado. Aunque no es el principal atractivo de la silla respecto a otras de la competencia. Y es ahí a donde vamos.

Como muchas de su clase, la Iskur V2 incorpora una especie de cojín que va en la zona de la cabeza, sujeto con una goma, que tiene mucho sentido y, aunque se puede poner y quitar a placer, mejora mucho la comodidad durante las partidas. Evidentemente, la silla también se puede reclinar, en concreto hasta los 152º; y cuando está en esa posición es casi como estar en una camilla.

Pero la clave, por lo que la nueva Iskur brilla sobre el resto, y traspasa el terreno del 'gaming' para ser una buena opción para cualquier tipo de usuarios, es por su soporte lumbar 6D adaptable y ajustable. El primero de su clase en todo el mundo. Gracias a él, puedes reclinarte y seguir teniendo sujeción en la parte baja de la espalda. Basta con girar una pequeña rueda, ubicada en los laterales de la silla, para que el soporte se extraiga o se contraiga. Por lo que es completamente adaptable a la curvatura de tu columna. Y eso está muy bien, porque ya se sabe que la espalda puede sufrir mucho cuando se pasan muchas horas sentado.

Este detalle hace que la silla, además, sea una buena opción para aquellos que, simplemente, la quieren para teletrabajar o, incluso, para usarla para la oficina. Y da un poco igual si el usuario pesa algo más de la cuenta o es muy alto. De acuerdo con el fabricante, aguanta hasta los 136 kilogramos y puede emplearse desde los 1,60 hasta los 2,00 metros.

La experiencia de juego con la Iskur, vaya por delante, es estupenda. No tiene nada que ver con el sofá. Durante las pruebas, la hemos usado para probar títulos como el último Mario de plataformas o el 'Final Fantasy VII Rebirth' durante bastantes horas. Y sin problema. Mucho más cómodos y sin movernos tanto como en un sillón o en un sofá, en los que siempre andas cambiando de postura para intentar estar cómodo.

Luego, también hay que tener en cuenta el precio, que ronda los 700 euros, lo que la deja lejos de la capacidad de muchos bolsillos. Si eres un jugador que se pasa las horas con los ojos pegados a la pantalla, puede interesarte. Y si tienes problemas en la zona lumbar, más todavía. Para el resto, igual pueden encontrar otras opciones dentro del terreno 'gaming' que les satisfagan sin necesidad de gastar tanto dinero.