China acusa a Estados Unidos de emplear «la lógica de un bandido» contra TikTok

Este miércoles, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó de manera mayoritaria –352 votos a favor por 65 en contra– un proyecto de ley según el cual TikTok deberá elegir entre desvincularse de su empresa matriz, ByteDance, o afrontar una posible prohibición. La medida, no obstante, todavía debe someterse a votación en el Senado. Sus impulsores aseguran que el régimen chino podría tener acceso a los datos de los 170 millones de usuarios estadounidenses de la app, por lo que supone un riesgo para la seguridad nacional.

«El proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes sitúa a EE.UU. en el lado opuesto de los principios de competencia leal y de las normas económicas y comerciales internacionales», ha denunciado hoy el portavoz del ministerio de Exteriores, Wang Wenbin, durante una rueda de prensa ordinaria del organismo. «Cuando alguien ve algo bueno que otra persona tiene y trata de apropiarse de ello, eso es enteramente la lógica de un bandido».

«Si se pueden utilizar las llamadas razones de seguridad nacional para reprimir arbitrariamente a empresas excelentes de otros países, entonces no hay equidad ni justicia en absoluto», ha añadido, pese a que las principales redes sociales –Facebook, Twitter, Instagram–, medios de comunicación –entre ellos ABC–, motores de búsqueda como Google, plataformas de mensajería como WhatsApp y otros servicios digitales generales como YouTube o Wikipedia están bloqueados en China y resultan por tanto inaccesibles.

De hecho, ni siquiera el propio TikTok está disponible. En su lugar, ByteDance ofrece Douyin, una plataforma casi idéntica salvo por su escrupuloso respeto a la férrea censura impuesta por el régimen. Consta también el precedente de Alipay en 2011, cuando las participaciones de Yahoo y Softbank fueron expropiadas bajo el pretexto de que firmas extranjeras no podían poseer parte de una empresa con licencia de pagos en China.

«El manejo por parte de EE.UU. del incidente de TikTok permitirá al mundo ver más claramente si las llamadas reglas y orden de EE.UU. son beneficiosas para el mundo, o si solo sirven a los propios EE.UU.», ha sentenciado el representante gubernamental.

La suerte de TikTok vuelve a convertirse en campo de batalla entre las dos potencias globales, tal y como sucediera años atrás, cuando la guerra comercial iniciada por el por entonces presidente Donald Trump arrastró la relación bilateral al terreno de la hostilidad explícita y multidimensional, proceso que, pese a encontrarse en una tregua, no ha hecho más que intensificarse.

Por aquel entonces Trump llegó a firmar una orden ejecutiva proponiendo la venta de TikTok a una empresa norteamericana, y tanto Microsoft como Oracle realizaron acercamientos en última instancia infructuosos. Sin embargo, el candidato republicano a la Casa Blanca se opone ahora al proyecto de ley contra la plataforma. «Si te libras de TikTok, Facebook y Zuckerbobo doblarán su negocio. No quiero que a Facebook, que manipuló durante las últimas elecciones, le vaya bien. ¡Son un auténtico enemigo del pueblo!», proclamaba la semana pasada en su red social Truth.

Las preocupaciones sobre TikTok atañen tanto a la política de contenidos –en el pasado hubo quejas sobre la eliminación de vídeos que denunciaban la represión de los uigures en la provincia china de Xinjiang– como, de manera esencial, a la seguridad de los datos.

Bytedance ha mantenido en todo momento que la información de sus usuarios está contenida en servidores en sus respectivos países. Sin embargo, en diciembre de 2022 empleados de la matriz china accedieron a través de TikTok a datos de dos periodistas para investigar una filtración, según informó 'Reuters'. En octubre, 'Forbes' reveló cómo un equipo que operaba desde China planeó recurrir a la aplicación para monitorizar la ubicación de ciudadanos estadounidenses específicos.

Más allá de estos episodios, la realidad es que, como cualquier otra empresa china, ByteDance carece de medios legales para rechazar las demandas del régimen. En 2020, el régimen amplió la lista de «tecnologías sensibles» para incluir dos componentes del algoritmo de TikTok, de modo que la matriz necesitará el permiso explícito de las autoridades antes de cerrar cualquier transacción. Un requisito que podría impedir una hipotética venta y, al mismo tiempo, confirmar los miedos a punto de desencadenarla.