Jugamos a 'Final Fantasy VII Rebirth': un videojuego que lo tiene todo para ser el mejor del año

Square, su desarrolladora, lo sabe bien. Por eso, está teniendo un cuidado máximo en ese intento de devolver el videojuego a la vida, pero hecho de cero y dividido en tres títulos diferentes, de los que, por el momento, ya tenemos dos disponibles en las tiendas. Completamente adecuados a las capacidades de las consolas actuales, con cambios en narrativa y, evidentemente, en jugabilidad y gráficos.

Hasta el momento, el resultado de la empresa está siendo casi inmejorable. Y para arriba. Porque si 'Final Fantasy VII Remake' ya nos pareció en el pandémico 2020 un juego muy bueno, el recientísimo 'Final Fantasy VII Rebirth', que apenas lleva un par de semanas en los estantes de las tiendas, nos ha parecido, todavía, mucho mejor. La sensación con la que soltamos el mando después de mucho deambular por Gaia es la de que, hoy por hoy, se trata del mejor título exclusivo que ha recibido PlayStation 5. Además de un clarísimo candidato a mejor juego del año. O, incluso, de la misma generación de consolas. Pero para todo esto todavía es pronto.

Que quede claro. Si es la primera vez que juegas a 'Final Fantasy VII', 'Rebirth' no es el título por el que debes empezar. Da igual que el nuevo videojuego te ofrezca al inicio un breve resumen de 'FF VII Remake'; vas a tener que pasar por el título lanzado en 2020 para poder comprender bien la historia y sumergirte lo suficiente en lo que se te quiere contar. Y tampoco vale que hayas jugado a la versión original de 1997, porque los nuevos juegos no son un calco. Sufren variaciones y reciben interesantes añadidos.

'Rebirth' arranca, justo, en el mismo momento en el que termina su antecesor de hace cuatro años. Para ese momento, el usuario ya ha tenido tiempo de conocer más o menos bien a Cloud, el protagonista total de la aventura, y al resto de miembros del grupo ecológico Avalancha, que intenta evitar que la corporación malvada Shinra acabe destruyendo el planeta Gaia a base de explotar el mako, su recurso natural más valioso. También ha habido tiempo para tener los primeros más y menos con Sefirot, el gran antagonista de la obra, y para sentir dolor, reír y conmoverse, porque, al final, más allá de la jugabilidad, de eso es de lo que va 'FF VII': de sentir.

Si no eres capaz de alcanzar cierto grado de empatía con los personajes y su causa, de enternecerte con su música y sus cinemáticas, te estarás perdiendo, seguramente, la parte más importante de esta aventura. O, al menos, la que en ABC más hemos disfrutado. Y aquí, en 'Rebirth', las sensaciones van a más. La rabia y la alegría. Lo bueno y lo malo. La pérdida. Si te lo crees, y es difícil no creerte y sentirte parte de lo que ocurre detrás de la pantalla, la experiencia de juego puede ser inolvidable.

La aventura, además, ya no se desarrollará en la ciudad futurista y destartalada de Midgar; sino en Gaia. El planeta entero con sus distintas regiones. Y el usuario, además, tendrá oportunidad para recorrerlo de arriba a abajo con total libertad, porque 'Rebirth' no es una obra lineal, como ocurría con 'Remake' y con otros Final Fantasy, sino un mundo abierto. Y bien construido. Lleno de rincones que explorar, secundarias y mini juegos; estos últimos muy divertidos y variados, que van desde partidas de cartas hasta carreras de chocobos, que es como se llama a esa especie de pollos gigantes de color amarillo.

Respecto a la historia principal, los momentazos del juego original, el de 1997, siguen donde estaban más o menos. E, insistimos, las sensaciones que despiertan en quien sostiene el mando son incluso más intensas gracias a las capacidades de la tecnología actual. Los personajes también resultan mucho más profundos y sus aristas se dejan ver mejor.

Los personajes van subiendo de nivel a base de participar en combates. Cabe destacar que Cloud no es el único jugable, forma parte siempre, o casi, de un equipo que le acompaña en la aventura. En los primeros impases este está conformado por el enorme Barret, la combativa Tifa, Aeris, muy buena para el combate a distancia y los hechizos, y Red XIII, todo un torbellino muy divertido de controlar y que se suma al equipo en el inicio del videojuego. Luego, con el paso de las horas, habrá nuevos 'fichajes'.

En cada enfrentamiento el usuario podrá utilizar un equipo de tres e ir controlando al que quiera. La lucha es frenética, llena de opciones y con mucho espacio para la estrategia.

No hay videojuego perfecto. Y 'Rebirth' tampoco lo es. Aunque su mundo abierto está muy bien desarrollado, puede acabar siendo algo abrumador ver un mapa lleno de puntos que hacen referencia a secundarias y otras misiones. Pero tampoco hace falta completarlo todo al cien por cien si no se quiere.

Luego, aunque a nivel técnico y gráfico es un portento, hemos encontrado algún que otro fallo de 'popping', en el que objetos aparecen de pronto en la pantalla sin previo aviso. De esto nos hemos dado cuenta recorriendo el mundo abierto del juego, por ejemplo, con la aparición de hierba que antes no estaba en su lugar. Con todo, no se trata de un problema grande. Ni mucho menos. Es prácticamente inapreciable si no te fijas.

Si te gusto el 'Final Fantasy VII' original, y tienes una PS5, sin duda. Ahora bien, como explicamos es importante jugar a la obra de 2020, que recoge el primer acto de la aventura, anteriormente. Luego, también tienes que tener en cuenta que, como mínimo, vas a tener que dedicarle unas 60 horas, y si te pones completista la cosa se puede alargar hasta las 100 o más. Con todo, no podemos dejar de recomendarlo encarecidamente; porque tiene argumentos para convertirse en el videojuego favorito de quien sostiene el mando.